Your magic • Emma Watson

|055| Zona de confort¹

Se visualiza un escritorio un "poco" desordenado, cartulinas de colores, hojas a medio cortar, pegamento, cola fría, tijeras, corta cartón y todo por el intento de realizar de forma correcta una encuadernación, pero ¿Qué culpa tenía? Ser dory no fue una elección. Es probable que aquello dure unas semanas o meses dependiendo de su estado de ánimo, el finalizar algo se le es difícil.

– ¡Me voy al parque! –avisa por inercia tomando firmemente el mini cuaderno recién hecho aun con pegamento a medio secar junto un lápiz pasta azul y rojo.

– ¡Ve avisas cualquier cosa!

Camina por la ciclovía vacía que era habitual encontrarlo así rondando las 8:00 hrs, cruza en luz roja no sin antes mirar por ambos lados, pasa por debajo de una escalera que situaron para pintar una pared y cae unas pocas gotas de pintura verde en su chaqueta sin que se dé cuenta. Miro el cielo gris con una leve sonrisa luego giro en la esquina donde estaba la panadería.

Donde estaba su mejor amigo.

– ¿Te guardo algunos?

– Hasta la pregunta ofende –. El hombre a su lado con unos tres pasos de distancia ríe a carcajadas tomando en el proceso una caja del camión que estaba estacionado al frente del local.

– Entonces...

– Parque. –continúa su paso al lugar escuchando a lo lejos un "Suerte".

Había tantos árboles que parecía un bosque y por lo mismo se colocaron señaléticas de advertencia para todos, puede que más para los niños desde la última vez que se perdió uno.

"Puede que sea algo de trampa debido a que esto no era salir de mi zona de confort porque cada vez que estoy aquí siento que estoy en la comodidad de mi habitación, pero eso no tienen porque saberlo los demás" ya se imaginaba ahí situada en la ventana simplemente mirando el hermoso paisaje y no los edificios o continuos peatones ajetreados. Inspirador, tomó el lápiz pasta azul. 

Le gusta como los árboles danzan es como si estuvieran entre el peligro y la plenitud, los trazos nunca son limpios cuando los dibuja y su escritura mucho menos quería que fuera auténtico.

Mientras en la panadería pasaba cierta celebridad aprovechando la escasez de personas osea no le disgustaba sacarse fotografías o hablar brevemente, pero le gustaba los días grises aquellos en los cuales no necesariamente debes realizar algo productivo sino algo tan simple como disfrutar de las pequeñas cosas. 

Pidió dos donas de brownie junto un chocolate caliente y sonrió cuando recibió de regalo un bastón de caramelo por Navidad, se desearon mutuamente una feliz festividad para luego continuar con el recorrido. Sería muy cliché decir que ambas se toparon en el parque situado a unos cuantos metros del lugar, cayeron como cual telenovela y con solo una mirada supieron que eran la una para a otra.

—¡Oh, lo siento mucho!

—Culpa mía tire tu... ¿Chocolate caliente o café? —no podía adivinar solo viendo el líquido desparramado en el suelo ni tenía porque hacerlo, pero de los nervios habló sin pensar.

—¡Caliente!

—¿Que?

—Digo que fue chocolate caliente —. Y al parecer eran dos las nerviosas quizás en ese momento Emma buscara una boba excusa para quedarse más tiempo a su lado riéndose tontamente, pero la realidad es muy distinta.

Evento Navideño a las 8:30 hrs.

Nunca sucedió.