|049| Entre corredores¹

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Sé con certeza a que una Hermione completamente excitada se dejara llevar a lo prohibido por lo tanto ataque sus puntos débiles: su cuello

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Sé con certeza a que una Hermione completamente excitada se dejara llevar a lo prohibido por lo tanto ataque sus puntos débiles: su cuello.

-Ah... Esto... Esta... Mal... -dice entre jadeos, continuó, ignorando lo dicho con mis atentos besos en su cuello y las descaradas caricias en su cuerpo.

Ella era de las que seguía con las reglas a pie de la letra y yo era la que rompía todos los esquemas, por lo mismo ajena todo, tendríamos ahí mismo -entre pasillos- un amor prohibido: un león y una serpiente ignorando la rivalidad de sus casas, ignorando el hecho de que era una Malfoy ahí en el pasillo se sumergían en la ardiente pasión.

Mi rodilla hacia una leve presión en su feminidad donde ella con sumisión abre las piernas.

-No es malo si lo que hacemos es Amor -susurro casi avergonzada de lo que he dicho.

-Tienes razón.

-Lo se.

-Puedes continuar -aquellas palabras fueron el detonante de una nueva regla rota: "Hacer amor en los pasillos de Hogwargs".

Entre cada apasionado beso una prenda salia volando, entre cada caricia un gemido salia de sus labios creando el más hermoso musical de todos y ambas se encontraban con la gran tentación de estar por siempre entre sus brazos. Aquel era su momento perfecto.

-Te Amo, mi hermosa leona -crea un camino de besos húmedos bajando con lentitud hasta centrarse entre medio de sus pechos, la mira.

-Te Amo, mi querida serpiente.

Ambas se sonríen con amor y es que de eso se trataba, entregar todo sin miedo alguno.

Presta toda su atención a su pecho izquierdo lamiendo alrededor de este, mientras el otro es atendido por su mano, siendo pellizcada con poca sutileza.

-¡Oh, si! -se refriega en la rodilla de su amada, quién excitada ante la humedad de esta chupa su pecho ansiosa y sin más preámbulos centra su atención al otro deleitándose con la hermosa vista.

Su leona gimiendo sin parar.
Viaja su mano traviesa a sentir su humedad.

-Estas tan mojada... -afirma, maliciosa.- ¿es por mi?

-Ah... Si... -mueve sus caderas de arriba abajo refriegandose esta vez en su mano, ansiosa de sentir un dedo ingresando a ella.- Ah... Por favor no me dejes así...

-¿Asi como? -acaricia sus pliegues, ella gime en su oído.

-To-tocame... -introduce de golpe dos dedos en su interior causando un grito o más bien gemido sorpresivo casi puesto en altavoz. Sonríe.

-¿Asi? -sin esperar respuesta introduce un tercer dedo y empieza a penetrarla rápidamente.

Ambas no tenían disimulo alguno ante sus acciones como si fuera lo de menos hacer el amor en pleno pasillo, de noche a escondidas de todos y que un rascarrabias con su gato las pillen en pleno acto.

Ambas parecían ajenas a todo, se dejaban fluir ante el placentero sentimiento que tenían en común y que cierta rubia le costó admitir, si su hermano sabría de ello le daría un ataque cardiaco.

"Te amo mi querida leona" murmuro en su oido ante su orgasmo, la sujeto con firmeza de la cintura por sus temblorosas piernas.

-Esto... no está mal...

Your magic • Emma WatsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora