DESCENSO Y ASCENSO

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Cuando la primera gota de agua se condensó y el primer copo de nieve se formó, nació él, blanco y perfecto, blanco y puro, blanco y lleno de vida. La llegada del invierno significaba el comienzo de su vida y la gota de agua no había hecho más que anticipar este momento. Supongo que la idea de volar le emocionaba porque desde que su descenso como copo de nieve comenzó no dejó de sonreír y reír y todos los copos que caían lo hacían con él y como él. No existe nada mejor como descender desde cielo nocturno, copos blancos empapados por la oscuridad de la noche siendo atestiguados sólo por las estrellas.

Las montañas que hablan entre ellas ya escucharon de la nieve que ha tocado el pico de las más altas, las piedras han empezado a murmurar, pero los árboles que ahora están desnudos, sin hojas que vistan sus ramas no tienen ni idea de lo que viene, ellos no, pero la hoja que un día fue verde y vistió un árbol sabe lo que se avecina y desde el agujero que existe entre las raíces de un árbol al que ahora llama su hogar se asoma para mirar, sale para sentir ese momento de calma y de casi calor que existe antes de la llegada de la nieve, la hoja no debe, pero se atreve a caminar aún más lejos de su hogar, no esperaba que le gustara pero el aroma que ahora invade su bosque es nuevo y diferente a lo que había olido antes.

Deseaba poder quedarse, quería poder mirar el regaló que ocultaba la noche, pero la hoja ahora era marrón y frágil, ya había roto una de sus reglas ya había salido cuando no debía ya se había adentrado más a su bosque cuando no debía, además siempre está el viento, su mayor temor. Ya conocía lo que el aire era capaz de hacerle, bastaría con solo estirar una de sus ráfagas para que todo lo que era dejará de ser y así la hoja pensó que no había mejor recuerdo que el que aún no vivía y entre las raíces del árbol se guardó.

El momento había por fin llegado, la tranquilidad del cielo había ya quedado detrás, ahora el descenso del copo atravesaba la parte más peligrosa de su caída, los obstáculos que las ramas de los árboles presentaban se convertían en un reto, el copo descubría que balancear su cuerpo le permitía descender con dirección y gracia, evitaba, esquivaba y descendía preocupado y mientras caía entre los obstáculos el copo se percató que ya no vivía el momento sino que simplemente lo atravesaba, fue cuando dejó de preocuparse que alzó su mirada y descubrió cómo la luz que la luna les regalaba funcionaba como reflector sobre la naturaleza y lo tranquila que es en la noche, las montañas se pintaban moradas, los lagos tronaban de emoción y los árboles se pintaban de blanco, destellos de luz comenzaban a invadir su mirada como si la tierra fuera bañada por las estrellas, mientras la luz reflejada por la nieve maravillaba nuestro blanco y perfecto copo, la rama más delgada del árbol más bajito, sin la intención de nada, rozó el rostro del copo justo antes de tocar la tierra. El cielo nocturno ahora funcionaba como espejo, otros copos de nieve caían y lo hacían como él, el copo descubrió que ya no miraba igual y como podría hacerlo si la delgada rama le habría arrebatado su ojo izquierdo. Mientras más nieve caía más pequeña era la ventana al cielo nocturno, en segundos el copo quedaría sepultado entre la nieve.

-Aguanta—un susurro por voz, así parecía y de repente libre de la nieve que lo cubría.

-Gracias—dijo el copo, pero no sabía a quién, su ayudante estaba muy a la izquierda para poder verlo y metido en la oscura sombra de la raíz de un árbol, parecía que lo había ayudado solo para correr a ocultarse –Hola—caminó hasta el personaje en la sombra.

-Hola—contestó la hoja que salía poco a poco del agujero entre las raíces del árbol, la luna terminó de iluminarla solo cuando la hoja salió por completo de su hogar, temerosa pero emocionada, frágil y vieja, frágil y café.

-¿Eres un árbol?—preguntó el copo –te ves muy pequeño para ser un árbol, pero ¿Lo eres?.

-No, yo soy una hoja—su voz si sonaba como un susurro, pero cargada de orgullo ser una hoja era lo que más le gustaba de ella, sin importar lo que cualquier piedra o hiedra tuvieran que decir al respecto.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2022 ⏰

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