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*Narra Jon*

—me apartó empujando mi pecho con un poco de fuerza. —Detente Samuel, esto no puede pasar. —lo miré extrañado, ¿por qué no podría?.

Se sentó sobre la cama recargando su palma izquierda sobre su frente, inhaló y exhaló con agobio, me senté a su izquierda recargando mi cabeza sobre su hombro.

—¿Quieres contarme?. —cuestioné con calma, tragó saliva para dejar pasar un largo silencio antes de tomar valor y hablar.

—Hace unas semanas que he tenido estos síntomas, he intentado controlarme como no tienes idea... esos síntomas empiezan a mostrar signos y lo que menos necesito justo ahora es lástima. —asentí un par de veces.

—Sabes que puedo percibir tu frecuencia cardíaca, cuando sentí la alteración en esta no dudé ni un segundo en venir a ti, y —suspiré resignado. —, justo ahora ya no puedo dejarte ir.

*Narra Demián*

Desde ese día, para lo único que lo buscaba era para saciar mis ataques de ansiedad.

El toque de sus manos en mi piel era la único que me hacía distraer de la realidad, sabía sus sentimientos hacia mí y le permitía desquitarlos como deseara, después de todo; ya estaba fuera de control.

[...]

|Actualidad|

*Narra Jon*

-ese suave sonido me obligaba a continuar, su pecho subía y bajaba con frenesí, besé su cuello simulando olas con el movimiento de mis caderas. -Haa, J_Jon... -jadeó restregando su trasero contra mi hombría, sonreí instintivamente. -Termina lo que comenzaste de una buena ve- -ingresé mis dedos anular y medio dentro de su boca, me acerqué a su oreja y mordí el lóbulo de esta.

-Oh Demi, si quieres que te la meta tendrás que ser paciente, -jugueteaba con su miembro entre mis manos provocando un par de suspiros y jadeos incesantes. Si continúa con esto, no voy a tener control sobre mi. -Me estás excitando y sabes que una vez que la meta no querré sacarla. -me miró y al instante encurvó sus cejas; era el rostro de la lujuria mirándome directamente, insitandome a cometer un pecado que me consume por dentro. -A la mierda. -alzé su cadera lo suficiente tras haber descendido sus pantalones para poder penetrarlo y tomarlo durante toda la jodida noche. Separé su trasero introduciendo mi pene con rudeza, mordía mis dedos entre gemidos y gruñidos haciéndome deleitar; por alguna razón me fascina verlo sufrir en este tipo de actos sexuales, la manera en la que sus orbes cristalizados me fulminan me hace sentir la necesidad de correrme en seguida.

Una vez que entró, lo saqué por completo volviendo a meterlo, una y otra vez, proporcionando una embestida más profunda cada vez que lo hacía y finalmente consiguió que me corriera dentro.

-Te di lo que querías, así que es momento de mostrarte lo que quiero a partir de esta noche. -saqué mis dedos de su boca permitiendole hablar.

-¿A qué te refieres?. -cuestionó agitado mientras acariciaba sus manos con levedad.

-¿Haz escuchado hablar del sado masoquismo?. -su expresión era de completa extrañeza. -Me complacerá mostrarte, porque a partir de hoy; todos los encuentros sexuales que tengamos se basarán en esta práctica.

[...]

-Haa, carajo Jon, -lo observaba entretenido desde el sofá de aquella habitación de paredes con tonos azabaches. -saca esto ahora. -pedía entre jadeos.

"Fuera de control"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora