⌲ Quicksilver
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Leah era una chica la cual deseaba estar lo más lejos posible de los vengadores y los peligros a los que ellos se enfrentaban día a día.
Casualmente, ahora se encontraba encerrada en contra de su voluntad, en una de las habitaciones de la torre Avenger. Y para colmo, estaba sentada en el piso, con ambos pies amarrados a la pata de la cama, y las manos atadas con una soga.
Estaba en una posición bastante incómoda, y llevaba así desde las seis de la mañana. No había comido ni bebido nada desde entonces.
¿Por qué estaba ahí? Por mentir sobre su edad. Bastante estúpido, comparando los peligros que han tenido que enfrentar los vengadores. Pero el gran Tony Stark estaba muy paranoico últimamente.
Leah había ido a comprar una bebida alcohólica, y la tienda a la que iba, no vendía alcohol a menores de veinte. Ella tenía dieciocho, pero no era la primera vez que compraba allí, entonces tenía un documento falso, mintiendo sobre su edad.
Desafortunadamente, se cruzó con Tony Stark, en su fantástico traje, el cual la escaneó accidentalmente y el multimillonario pudo saber que mentía.
Y eso nos lleva al momento en el que empezamos. Los vengadores, al escuchar la historia de Tony, supieron que estaba exagerando, era solo una adolescente comprando alcohol.
Pero Tony hacía oídos sordos. Entró un par de veces a la habitación y hacía preguntas como "¿Para quién trabajas?" O "¿Qué ibas a comprar realmente?". A lo cuál la chica le respondió con total sinceridad y él hizo caso omiso.
A Wanda le daba muchísima pena que Leah haya sufrido de esa manera todo el día. Por lo cual se organizó con los demás vengadores. Stark no les permitía siquiera acercarse a la habitación.
Entonces, acordaron salir a cenar, todos, menos Pietro. Fingiría un dolor de cabeza y cuando ellos se fueran, liberaría a la chica hasta que vuelvan y hablar con Tony, esta vez, pudiendo protegerla.
Entonces, pusieron en marcha el plan. Todos ya estaban camino al restaurant favorito de Tony, mientras Pietro ya se dirigía a la habitación donde estaba Leah, que de hecho, era al lado de la suya.
Él la había visto cuando Stark la trajo.
Le había llamado mucho la atención, su carita aparentaba tal inocencia, que no creería que falsificó su edad para comprar una bebida alcohólica.
Y estaba curioso por saber si aquella carita inocente, podría demostrarle algo más.
Al abrir la puerta de la habitación, la muchacha lo miró enseguida.
─Gracias a Dios, ya me había cansado de la cara de Stark.
Maximoff sonrió al escuchar su voz.
Se agachó delante de ella y pudo ver su expresión confundida.
─¿Que te sucede?
─Estoy siendo secuestrada por un "superhéroe" y sus súper amigos ¿Tú cómo estás?
Respondió sarcásticamente.
─¿Quieres que te desate?
─¡Si! Por favor, juro que no podré caminar mañana porque mis piernas estarán dormidas por esta posición incómoda.
Quizás si sea así, pero no justamente por la mala posición..
─Te voy a desatar, a cambio de un favor.
Su acento sokoviano, curiosamente hacía que Leah le preste más atención a sus palabras.
─Mira, no tengo dinero, padres tampoco así que no me puedes amenazar, si quieres incendiar mi casa, vivo en departamento y quemarías todo el edificio, lo cual sería mal visto ya que eres un vengador..
