Ahí estaban las letras

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"Cualquier objeto de plástico dura más que un amor eterno" (José Sbarra)

Cuando me dejaste, 

por no tener huevos 

ni amor ni coraje, 

ahí estaban las letras para salvarme.

Una poesía errante 

puede sanarte 

o transportarte 

a un lugar mejor, 

a donde quieras, 

a cualquier parte.

Cuando me aplastaste, 

vengativo y miserable, 

sabiéndote un egoísta entrañable 

ahí estaban las letras 

para sanarme.

Cuando te fuiste de viaje 

mejor dicho (de mí) te fugaste, 

sosteniéndome como único culpable, 

sólo estaban las letras 

para salvarme.

Cuando me sacrificaste, 

para no ensuciarte las manos, 

ahí estaban las letras para salvarme.

Tu mejor virtud es ser un cobarde 

ahora sé que no me querías tanto, 

por suerte estaban las letras 

para salvarme.



Poesía negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora