☯︎ℂ𝔸ℙ𝕀𝕋𝕌𝕃𝕆 𝕋ℝ𝔼𝕊☯︎

1.5K 109 22
                                    

  — Quería hablar contigo. . . —. Dijo apenas susurrando.

  El azabache no sabia que decir, ¿hablar con él. . .?.

  Se paro al lado suyo, en un silencio incómodo, sentía la necesidad de decir algo pero no sabía que.

  — ¿Por qué. . . Por qué quieres hablar conmigo? —. Pregunto con la mirada gacha.

  — No lo se, solo quiero saber más de ti —. Sus mejillas se tiñeron de un leve rosado, resaltando en su pálidas mejillas.

  — ¿No es una broma? Se como son los chicos como tu —. Dijo con un toque de desprecio en su voz.

  El rubio lo miro confundido, ¿los chicos como él?

  — No es broma, tonto —. Dijo con una leve sonrisa.

  Se miraron a los ojos, perdidos en la mirada del contrario. Eran como el día y la noche, tan opuestos, pero se complementaban mutuamente.

  El rubio se hacerco al azabache, levantó una mano y puso un mechón de cabello negro detrás de la oreja del doncel. Dejó su mano en la pálida mejilla contraria, no podía apartarla, su piel al tacto era tan suave.

  Pero sintió como su mano se calentaba levemente, gracias al fuerte sonrojo de Sasuke.

  Se hacerco lentamente al rostro, contrario, pero unas luces llamados su atención, interrumpiendo su acción.

  — ¡Ya empezaron! —. Exclamo el rubio. Viendo las luces adornar el cielo, como si fueran estrellas.

  Las personas se juntaron en la orilla del río, para admirar las luces en el cielo estrellado.

  Sin darse cuenta, se tomaron de las manos, no podían separarlas.

  Cuando ya entraba la madrugada, se fueron de ese lugar lleno de gente, había tanta que se estaba asfixiando.

  Fueron a una pequeña colina, desolada.

  Se sentaron en el pasto, en azabache sobre sus talones y en rubio con en trasero en el piso y las piernas colgando.

  Juntaron sus manos nuevamente, comenzaban a hacerse adictos a tal contacto.

  — Sabes. . . Perdón por el comportamiento infantil de Sakura y sus amigas —. Se disculpo bajando su mirada.

  — No tienes por qué disculparte —. Respondió rápidamente.

  — Ella es mi novia, tengo que disculparme. . . —. Por alguna razón se sintió triste al decir aquellas palabras.

  El doncel solo bajo la mirada, estaba mal amar a un chico con novia y lo sabía, entonces ¿Por qué no podía apartar su mano de la contraria? ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? ¿Por qué simplemente no podía olvidarlo?.

  Un silencio incómodo los cubrió a ambos, sentían la necesidad de decir algo pero no pudieron.

  Entonces, el azabache, reuniendo todo el valor que pudo en su pequeño cuerpo, empezó a hablar.

  — ¿Sabes?. . . Tu me gustas, desde que empezaste la secundaria con nuestro curso. . . Jamas tuve el valor de hablarte, y cuando supe que tu y Sakura eran novios. . . Me puse celoso. . . Le tenía envidia por que ella tuvo el valor que yo no y me decepcione de mi mismo. . .  —. Al terminar, volteo a ver la expresión del rubio, este tenía los ojos habiertos como platos y las mejillas sonrojadas, una expresión de sorpresa y shock.

  ¿Él? ¿Gustarle a un doncel como Sasuke? ¡Ja! ¡Eso ni en sus mejores sueños lo hubiera imaginado!.

  Estuvo enamorado de él desde el primer día que lo vio, sentado en su pupitre, alejado de los demás y concentrando su vista en el paisaje de la mañana que se podía ver a través de la ventana. Había aceptado ser novio de la pelirrosa cuando se dio por vencido con azabache, había tratado una y mil formas de llamar su atención y nada. . .

  — Ahora soy yo él que se pregunta si es una broma. . . —. Solto una pequeña risita por la expresión confundida del joven doncel.

  — ¿Acaso, tu. . .? —. No se atrevía a pensarlo, estaba tan nervioso y sonrojado que no pudo articular ni una palabra.

  — Si. . . Tu también me gustas desde que te conocí, trate por mucho tiempo llamar tu atención pero tu no me hacías mi el menor caso, me rendí y acepte los sentimientos de Sakura. . . Valla error, si me hubiera esforzado un poco más. . . Quien sabe, tal ves estemos siendo pareja. . . —. Volvió a mirar al cielo estrellado y adornado con las lámparas que parecían tan pequeñas en comparación al cielo nocturno.

  — ¿Qué tratas de decir?

  — Sasuke. . . ¿Quieres ser mi novio? —. Lo volvió a mirar a los ojos, esa mirada azul expectante que tanto le encantaba y que lo volvía loco.

  — No lo se. . . —. Respondió—. Tu estas con Sakura. . . No quiero que me odie más de lo que ya lo hace. . . —.

  — ¡Ella no importa! Terminaré con nuestra relación de todos modos —. ¿Qué? ¿Acaso lo ve como un reemplazo?.

  — ¿Soy un reemplazo, acaso? —. Pregunto ofendido y frunciendo el ceño.

  — Claro que no, es que seguir ilusionandola me hace sentir mal y ella es buena chica, merece a alguien mejor —. Se apresura a decir.

  El doncel suspira, no sabe que hacer.

  Tiene un gran debate mental sobre si aceptar o no. Entonces, con una mirada decidida, da vuelta el rostro para ver al rubio.

  — Acepto. . . Seré tu novio —. Responde y de inmediato siente unos brazos rodear su pequeño cuerpo, no tardo en corresponder al abrazo del rubio.

  — ¡Que alegría! Gracias, Sasuke, ¡no te arrepentirás! —. Exclama con alegría.

  El azabache ríe y en poco tiempo le sigue la risa del varón a su lado.

  Ambos se quedan mirandoce fijamente a los ojos. Ninguno es capaz de apartar su mirada. Azul y negro. El día y la noche. El sol y la luna. Tan distintos pero se complementan perfectamente entre sí.

  Juntaron sus frentes, sin apartar la mirada.

  Sus respiraciones chocaron al igual que sus narices.

  Lentamente fueron acortando la distancia entre sus rostros.

  La mirada del doncel bajo hasta los labios del contrario y el varón hizo lo mismo.

  Fue el rubio que tomó la iniciativa y hacercó su mano hasta la nuca del menor y la hacercó hasta su rostro y unió sus labios en un simple toque.

  El azabache subió sus manos hasta los hombro del rubio y se abrazo a este. Profundizando el beso.

  La lengua experta del rubio salió de su boca y fue hasta los labios de Sasuke, pidiendo el acceso. Este, temeroso y tímido, habrío los labios y los dientes, permitiendo entrar la lengua del rubio a su cavidad bucal.

  La lengua del mayor comenzó a explorar la boca del contrario, y este no se quedó atrás, comenzó a jugar con la lengua contraria, empezando así una "guerra de lenguas".

  Se separaron por la falta de aire, quedando con las frentes unidas, una sonrisa boba en sus labios y sus mejillas completamente sonrojadas.

~FIN~

¡Esta es la primera historia que termino y me siento muy feliz!

¡Espero que les allá gustado y nos vemos en el epílogo!

Bye, bye <3

𝑬𝒍 𝑭𝒆𝒔𝒕𝒊𝒗𝒂𝒍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora