Kiara tenía unos hermosos ojos rasgados que había heredado de su abuela filipina. Tenía un cabello largo, negro y liso. A pesar de su belleza, no era normal verla rodeada de personas. Lo cierto es que ella tendía a alejar a la gente tarde o temprano.
Julián era bastante distinto a aquella chica. Solía captar la atención naturalmente y no le era para nada un reto conseguir nuevos amigos amigos. En realidad, en tan solo una semana ya había encontrado su grupo de pertenencia. Sus dos nuevos amigos se llamaban Marcos y Lucas, ambos compañeros de futbol. Marcos era alto con el pelo rizado y Lucas unos centímetros más bajo que su amigo.
Con la primera semana terminada los exámenes diagnostico ya estaban ahí, corregidos y con sus notas, lo que en realidad no significaba nada bueno para Julián. Un tres en matemáticas y un cuatro en historia. Claramente debía de comenzar a estudiar. No se confundan, él no lo hacía para tener buenas notas en general. Realmente no le importaba mucho su destino académico, ni tampoco conformaba un estorbo para cumplir sus sueños. Simplemente, antes de irse, había hecho un trato con su mama. Este consistía en que él debía aprobar todas las materias.
Para subir sus notas Julián pensó en conseguir un tutor, pero seguramente no lo podría pagar. El plan b consistía en recurrir a sus nuevos amigos, pero justo cuando estaba por preguntarles se enteró de las materias que ambos debían de años anteriores. Definitivamente no. Aun había un plan c: había escuchado por una de sus compañeras que Kiara tenía muy buenas notas. Además, cuando entregaron los exámenes, noto como ella en todas las materias recibía puros dieces como si fuera una cosa rutinaria. Él tenía mucha curiosidad por la hermosa chica que se sentaba a tan solo unos metros suyos y esa era la oportunidad perfecta para conocerla.
Kiara pasaba cada recreo en el aula, ese día estaba escuchando música mientras leía "Rojo, Blanco y sangre Azul". Julián se acercó lentamente a su pupitre y entre sus manos llevaba un pequeño jugo en caja. Cuando la tenía enfrente no podía conseguir su atención, asique lentamente bajo el libro que la chica tenía en sus manos. Ella se lo quedo mirando unos segundos mientras se quitaba sus auriculares y le pregunto en un tono un tanto molesto:
- Mejor que tengas algo importante que decir-
- Estoy seguro de que si lo es- lo dijo mientras dejaba el pequeño jugo sobre la mesa. Él había notado que en repetidas oportunidades ella había tomado ese jugo.
Kiara sonrío.
- Yo tengo que decidir eso- la chica agarro aquella bebida y comenzó a quitarle el envoltorio al sorbete – contame-
- Necesito ayuda con las materias y ahora mismo no puedo pagar un tutor. Sos la mejor en la clase, así que pensé que podrías ayudarme-
- ¿Tus nuevos compañeros no te contaron que soy una amargada que nunca ayuda a nadie? - dijo y le dio un largo sorbo a su jugo
- No-
- Interesante. Está bien, te voy a ayudar. No necesito que me pagues ahora. Pero te vi jugar y estoy segura de que algún día vas a ser uno de esos jugadores asquerosamente ricos –
- ¿Me acabas de hacer un cumplido? –
- ¿Dónde y cuándo nos juntamos? – Pregunto ella para cambiar de tema.
- De ser posible hoy después del entrenamiento y en mi casa lo veo imposible –
- Te espero después del entrenamiento-
Julián había terminado de entrenar y estaba en los vestuarios con Marcos y lucas. Mientras se ponian las medias comienzan a charlar:
- Conozco un amigo que alquila una cancha muy buena a tres cuadras, full barato. Con unos amigos tenemos el equipo incompleto ¿se anotan?- Pregunto Marcos.
- Mandalee- Dijo Lucas.
- No va a poder ser. Voy a estudiar a lo de una amiga- dijo Julián sin poder evitar ponerse rojo. La idea de estar solo con Kiara le encantaba.
- No puede ser, hoy nuestro hijo la pone ¿Escuchaste Marquitos?- dice Lucas.
- No nada que ver, en serio necesito levantar mis notas- Respondió Julián un tanto descolocado.
- ¿Quien es la minita?- Pregunto marcos
- Kiara- Respondió.
- Bueno por las dudas- Lucas le tira una caja de condones en la mochila- Ahí tenes un par de municiones.
- sos un pelotudo- dijo mientras se termina de atar los cordones.
Los dos amigos se ríen mientras Julián agarra la mochila y se va. Afuera lo estaba esperando Kiara. Cuando ve salir a Julián se forma una pequeña mueca de felicidad. Verlo le hacia muy bien. El era una pequeña pila de felicidad. Se saludaron con la mano y en silencio caminan hasta la casa de Kiara. Era la primera vez en mucho tiempo que kiara pasaba tiempo con un compañero de la escuela fuera de la misma. Se sentía como tener un amigo.
Finalmente llegaron. La casa de Kiara no era nada humilde. Era una casa de dos pisos con un estilo moderno y patio grande y verde. La cantidad de cámaras intimido un tanto al chico y le hizo preguntarse que tanto tendría que trabajar para poder comprarse una casa así. Una empleada uniformada los recibió en la puerta a la cual Kiara saludo dulcemente. Una dulzura que nunca había visto en ella. Entraron y lo primero que Julián vio fue la sala de estar gigante. La habitación de Kiara estaba en la planta baja. Era una habitación hermosa. Las ventanas ocupaban toda la pared y tenían una plena vista a la piscina. Kiara se sentó y le dijo:
- saca tus libros y sentarte-
Julián saco el cuadernillo de matemáticas y acto seguido los condones que su amigo había puesto en su mochila caen al suelo. Silencio. Kiara los mira y luego mira a los ojos a Julián. De la nada entra el hermano de Kiara a la habitación y por reflejo Julián se da vuelta, mirando a la puerta, y pisa los condones con una cara que intenta disimular que esta pasando el momento mas vergonzoso de su vida.
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Todavía - Julián Álvarez
FanfictionJulián a sus 15 años se va de Calchín, su pueblo, para mudarse a la gran ciudad y cumplir su sueño. En su nueva escuela conoce a Kiara, de quien se enamorara y descubrirán juntos lo que es el primer amor. Pero las cosas no funcionaran y se reencontr...