At sunrise... ; Sillie

12.-

Te ví corriendo hacia a mis brazos, tus lágrimas caían por tus mejillas rojas. Me abrazaste con fuerza aferrándote en mi pecho, trataba de tranquilizarte pasando mi mano por tu cabellera.

"S-sadie, perdón"- Dijiste en un murmuró audible.

"Shh, no llores más pequeña".

"Lo siento, lo siento"- Tus lágrimas mojaban mis hombros, te daba pequeños besos en tu frente y mejilla. Tus lágrimas cesaban con cada beso que daba en ti.

"Te espere y siempre te esperaré, te quise y siempre te querré, no importa que me impida amarte. Siempre estaré en ti."- Bese tus labios, se sentía como la primera vez, besarte de nuevo era reencarnar en el cielo.

Eres como un ángel encarnado del cielo...

"Sadie, y-yo, termine con Finn"- Hablaste terminando el beso, solo abrí grande mis ojos fingiendo sorpresa.

"Genial..."- Soltaste una pequeña risita, con solo ver tu sonrisa y esos hermosos oyuelos maldije mentalmente de lo que había perdido Finn. Maldito.

Escuchamos pasos por el pasillo, nos separamos del abrazo al escuchar un grito.

"¡Hey! Ustedes dos jovencitas, deben estar en clases"- Gritaba aquel profesor dirigiéndose a nosotras, tu me miraste divertida, ¿Brown saltando clase? Algo inesperado.

Agarre tu mano retrocediendo poco a poco, te susurré algo en oído y apreté el agarre. Aquí comienza de nuevo nuestra aventura.

"No te sueltes, ni mires atrás"

"¡Niñas! No me retén a llamar a sus padres!"- Seguía gritando aquel profesor.

Y comenzó nuestra carrera. Corrimos por los pasillos a dirección del campo de fútbol, no parabas de reír junto conmigo. Dejamos de escuchar los gritos y maldiciones del mayor, nos dirigimos a las rejas y empezamos a trepar, casi caes. Tome de nuevo tu mano y corrimos de nuevo hasta llegar a un aparcado lejos de la institución.

Nos sentamos en el pavimento para admirar el atardecer, el sol casi ocultándose estrellando sus rayos en tu rostro, una gran vista para mi ver tu hermoso perfil.

"¿No me odias?"- Dijiste, fruncí el ceño.

"¿Por qué odiarte?

"Te engañe, te mentí y aún así me perdonas"- Mire tus ojos y tome tu mentón.

"Lo sé...pero se que no quisiste hacerlo, no quiero perderte, olvidarte y menos odiarte, eres para mí el amor de mi vida, si tú no me amas...yo siempre te amare y te enseñaré a amar...si el sol vuelve a salir, lo intentaremos de nuevo hasta que se oculte..."- Tus lágrimas volvieron a caer, tomaste mis mejillas y unimos nuestros labios en un beso. Tierno, lento y necesitado.

Estuvimos toda la tarde juntas, se sentía como una cita, no como las que te daba él...admirar el sol, el cielo de color rojo-anaranjado y con un bello ángel me hacía sentir que ya no estaba más sola, ya no temo a la noche ni a mi propia sombra...

Creo que este será el final de esta historia,  perdón si fue un poco corta y no tuvo un poco de sentido.

Sin más que decir, gracias por el apoyo!