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Ya han pasado tres días, desde el trato entre los dos casanovas del instituto. 

Jungkook utilizaba cualquier truco sucio y pevertido, para tocar e hacer sentir incomodo e cabreado a Taehyung. Y se notaba a leguas que este odiaba el ser acorralado en cualquier rincón del instituto, también el ser manoseado y el recibir insinuaciones guarras al oído. 

Pero Taehyung se las cobraba muy bien, al dejarle cartas con poesías y palabras románticas, poniéndolas directamente en su casillero. También le enviaba mensajes de textos, en donde escribía más poemas y alguna que otra insinuación erótica. Y Taehyung disfrutaba, cuando sorprendía a Jungkook en algún pasillo solitario y le susurraba al oído, lo hermoso que se veía ese día, mientras que lo acariciaba suavemente. 

Ante esto ultimo. Jungkook reaccionaba con hostilidad. Odiaba cada piropo y caricia en su cuerpo. Eso era miel para el orgullo del menor. Jungkook también gruñía hastiado, cuando Taehyung tomaba su mano en un momento de distracción y depositaba un beso en ella. 

Ambos detestaban la táctica de seducción del otro y era obvio que no llegarían a nada con todo aquello. Al menos que uno de los dos haga algo. 

_ Terminemos con esto...- Susurró Taehyung jadeando al final con una mueca de disgusto, cuando los dientes de Jungkook se clavaron en su cuello, en una leve y algo fuerte mordida. 

Jungkook lo había acorralado contra el lavado, que se encontraba en el baño de hombres, nuevamente, y como siempre, lo atacaba como si fuera un animal hambriento...

Jungkook se aparto rápidamente de su cuello y lo miro fijamente a los ojos. Taehyung desvío la mirada incomodo, sabia lo que venía y sinceramente no quería enfrentar ese rollo. 

_ Sabes, cuando vi tu labio roto el otro día, pensé que te había golpeado el novio de una amante, pero es la segunda vez que veo un golpe o rasguño en ti...- Hablo Jungkook apartándose un poco de el, para ver mejor su rostro. Taehyung fruncio el ceño._ ¿Te gusta el sexo duro verdad?.- Preguntó Jungkook con una sonrisa ladina. 

Taehyung no pudo evitar sonreír leve, enseñando sus perfectos dientes y negó con la cabeza levemente. Jungkook era un maldito gilipollas, pero además de su pregunta fuera de lugar, sintió que lo había hecho para no incomodarlo.

Bastardo. 

_ ¿Y a ti te gusta hacer el amor lento y suave Jungkook?.- Ironizó Taehyung girándose hacia el espejo detrás de el y acomodando el cuello de su camisa. 

_ No, pero...- Jungkook hizo una pausa._ Puedo hacerlo.- Susurro bajo, observándolo fijamente a través del espejo. Taehyung le sostuvo la mirada y arqueo una de sus cejas escéptico._ Romeo ¿quien te causo ese golpe en tu estómago?.- Pregunto finalmente con seriedad. 

Taehyung hizo una mueca de disgusto. Había bajado la guardia y cuando Jungkook lo había acorralo primeramente en el baño, deslizó su manos por su vientre. Eso lo hizo chillar de dolor. Ya que además de tener un golpe, el maldito bastardo es muy brusco al tocarlo. Taehyung suspiro y volteo para enfrentar al mayor. 

_ Sabes, que nada en mi vida es de tu incumbencia ¿verdad?.- Dijo Taehyung cruzándose de brazos y mirándolo airado._ ¿O acaso yo te preguntó por cada chupón o rasguño en tu cuerpo?.- Preguntó soltando un bífido. 

Jungkook arqueo una de sus cejas y sonrió con descaro. 

_ Eso es porque tu sabes muy bien a que se deben.- Remató Jungkook acercándose a el, para colocar sus manos a los lados de Taehyung y dejándolas reposar en el lavado, mientras que acorralaba a este._ Pille el mensaje Romeo.- Confesó._ Pero tiendo a no acatar ordenes.- Y finalizando esto se inclinó hacia delante y junto sus labios, demandando un beso húmedo. 

Tácticas de Seducción ••KookTae••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora