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Jungkook supo que Taehyung si hablaba enserio, cuando le confeso que le gustaba su madre. Cuando el día después, de ese primer día en que se infiltró en su casa. Taehyung había vuelto con un jodido ramo de rosas y una caja de té importado de no sabe donde, que le había "prometido" a su madre. ¿Qué mierda?. Pero eso no era todo. Claro que no, solo era un aperitivo. 

Jungkook los tuvo que soportar hablando alegremente; sobre variedades de té, los absurdos doramas de la tarde y sobre los chismes entre los vecinos. Tal cual lo harían dos viejas cotillas y carentes de vida social. 

Taehyung después de esa segundas vez invadiendo su casa, volvió a hacerlo los jodidos días siguientes y de ello ya han pasado dos malditas semanas. Además, como si todo eso fuera poco. Taehyung recorría sus dominios, como si realmente fuera bienvenido en ellos. Y lo cabreaba, que Taehyung se paseara y usara su casa como se le diera la puta gana. 

Pero a pesar de todas las verdades que Jungkook quiere escupir, en la sonriente cara de satisfacción de Taehyung.

¡No puede hacerlo!. ¿Saben por qué?. Bueno, porque cuando el bastardo va a su hogar, lo acusa con su madre. Si, como escucharon. El bastardo lo acusa con su madre. Y esta se convierte en un ogro con esteroides, cuándo tratan mal a su "hijo" favorito. Y Jungkook se tiene que tragar todo el rencor y odio hacia Taehyung para el. 

Aunque Jungkook disfruta de su venganza, como si fuera el mas delicioso manjar, cuando acorrala a Taehyung en cualquier rincón de su casa y este le suplica que lo suelte. Cada vez que esta devorando sus labios con deseo o cuando esta recorriendo su cuerpo, con sus ansiosas manos. Y escucha los pasos de su madre acercarse a ellos. 

Un día llegó a tener el pene de Taehyung entre sus dedos. Palpitando vivas e ardiente, mientras que lo masturbaba sin descaro en su habitación. Ese día Taehyung había bajado la guardia y no podía gritarle sus verdades, porque su madre estaba en casa. 

Jungkook aun recuerda, cuando los grande e brillantes ojos de Taehyung lo miraban bañados en suplica y placer, también recuerda nítidamente sus mejillas sonrojadas y la manera tan masoquista en la cual mordía su labio inferior, para no soltar ningún gemido, que alertara a su madre de la situación. Ya que esta había golpeado la puerta de su habitación, para llamarlos a cenar. 

— ¡Jungkook pon la mesa!.- Grito Taehyung desde la cocina. 

Este sale de su ensoñación y rasca su cabeza con pereza. 

— ¡Ponla tú!.- Le grito Jungkook como respuesta y se acomodo en su cama. 

— ¡Baja de una jodida vez, Jungkook ! ¡o juro que le diré a tu madre, que has intentado hacer cosas pervertida conmigo nuevamente!.- Sentencio Taehyung ya al pie de las escaleras.

El bastardo sabia como manipularlo. 

— ¡Ya voy!... ¡Maldicion como te detestó!.- Gruño Jungkook saliendo de su habitación con mal humor. 

— ¿No has follado anoche Jungkook?. ¿por qué el maldito mal humor?.- Preguntó Taehyung, volviendo a la cocina, mientras se quitaba el delantal de cocina. 

— No es de tu jodida incumbencia.- Respondió Jungkook hastiado y entrando con el a la cocina.—Por cierto ¿no tienes vida social o qué?. Hace mas de dos semanas que te tengo que soportar aquí.- Espetó sacando los platos de la alacena. 

— ¿Sabes calcular los días?. Vaya, lo que uno viene a descubrir.- Murmuró Taehyung sarcástico y abrazándolo por detrás.—Sabes, deberías usar remera en mi presencia.- Alego recorriendo lentamente el vientre del mayor. 

Tácticas de Seducción ••KookTae••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora