Tengo 25 años, estoy casado, mi esposo se llama Flopik, Flopik es la persona más maravillosa que he conocido, es muy bueno, amable, sencillo, en pocas palabras humilde, pero también tiene su lado pervertido. El físicamente tiene un culito respingado que es lo que más me llama la atención y lo que más me fascina.
Nos casamos a los 20 años, y desde entonces y más antes hemos tenido sexo de todos los modos habidos y por haber. Fue maravilloso romperle el culo por primera vez y desde entonces el sexo anal me fascina, bueno, nos fascina. Tiene una capacidad de resistencia increíble que mi verga se queda corta cuando se lo meto por su ano, pero lo satisfago de una manera u otra, Miramos películas porno de todo tipo y nos fascinaba siempre el sexo múltiple y más si los hombres eran vergones, también fantaseamos con la zoofilia y he recurrido a casi todo tipo de cosas para poder follar sus agujeros (boca y ano).
Lo primero que le metía eran velas, luego envases de desodorantes, pepinillos (esto si son una locura) pero lo último que disfrutó son esos globos de forma larga que se utilizan para decorar las fiestas, ese fue mi último descubrimiento y nos fascina, pues se lo meto el globo y al mismo tiempo meto también mi verga, he llegado a dilatar su ano de una forma fantástica.
Hemos visto algunos videos de zoofilia y a mi particularmente siempre me ha llamado la atención, me excitaba demasiado. En un principio solo alucinábamos en nuestras fantasías, imaginándonos que era poseído por Victor (nombre del perro). Luego llegamos a meterlo a nuestro cuarto mientras teníamos sexo y veíamos como se alborotaba viéndonos culear en forma canina, hasta que un día debido a nuestra calentura, Flopik decidió acceder.
Flopik dejaba que Victor le lamiera la verga, mientras yo salía y entraba en su ano. Yo decido salir de su interior para poder sentarme al filo de la cama y Flopik capta inmediatamente lo que quiero hacer, así que en un ágil movimiento, se auto penetra. Por momentos saco mi verga del ano de Flopik para que Victor lamiera las esencias que brotaba de mi pene, también le daba oportunidad a Victor a que lamiera el ano de Flopik. Victor disfrutaba bastante lamer ese anito rojizo.
Otro día, mientras cogíamos rico los tres, empecé yo a masturbar a Victor, solo con el afán de que Flopik viera o viéramos ambos su verga mientras cogíamos, se lo froté hasta que salió el pene del perro, sin exageraciones la verga de Victor es un poco más grande que la mía, mi pene mide 20 cm y el de Victor 24 cm.
Al otro día como siempre, besos de todo calibre, mamadas en el clásico 69, le metí la verga hasta el fondo un buen rato, hasta que ya estaba preparado para el asalto final. Preparamos a Victor, lo calentamos masturbándolo, nos bajamos de la cama, tendimos una frazada en el piso, procedí a tumbarlo sobre la frazada que se encontraba en el suelo.
Vamos – Le dije a Flopik – es todo tuyo.
Flopik Un tanto tembloroso se acercó, se colocó con las piernas abiertas sobre el cuerpo de Victor, y bajo poco a poco sobre el casi morado y grueso pene de Victor. Vi en primer plano como se acercaba el ano de Flopik hasta hacer contacto con la verga de Victor, el sintió el contacto, y hecho para atrás su cabeza mientras iba bajando poco a poco, el cual llenaba completamente su ano. Le dije que subiera y bajara, y así empezó el sube y baja, mientras me decía que se sentía muy caliente la verga de Victor
Uhm que rica esta... - Dijo entre gemidos Flopik
¿Te gusta verdad? – Le pregunté
Si, esta riquísima, me llena completamente uhm me encantaa ... -
Mi verga reventaba y le dije que lo tomara en su mano, y el enseguida lo cogio y comenzó a frotármelo.
Disfruta perrita linda, disfruta – Le decía
Flopik acelero el sube y baja y casi se desbocaba. Yo mantenía a Victor en su posición, siendo mi primer propósito hacer que Flopik termine con la verga de Victor dentro de él.
Dios, mi amor, esto es maravilloso – Me lo decía mientras los gemidos se le escapaban –
Dios ya casi, ya casi, ahhh. – Y así fue que pude apreciar como Flopik se corría, y Victor lanzaba un gemido ladrido, y terminaba eyaculando dentro de Flopik.
Mira – Le dije señalando la verga de Victor – Mira lo que tu anito rojizo se ha comido
Me fascino, que rica, grande y gorda polla la de mi perro – Me respondió muy sensual, al parecer sí que le gustó mucho.
Yo no pude más, y tumbé a Flopik sobre la cama
Ahora me tienes que sacar la leche a mí – Le dije
Cogí sus piernas y los puse sobre mis hombros, y le metí la verga, ahí donde segundos antes había estado Victor. Estaba muy, pero muy caliente y completamente húmedo por los jugos del perro.
Vamos perra, ahora comete mi verga – Le decía, mientras le daba duro por el culo – ¡Toma! ¡Toma! – le seguía diciendo, mientras empujaba mi verga hasta el fondo de su ano
Dame más!.. – Me respondía la puta de Flopik
Di que mi verga es más rica que la de Victor, DIMELO! – Le gritaba
Si si, Es más rica, más grande, más gordaaaa -
Así, sin poder contenerme oyéndole decir todo eso, me vine dentro de su ano, llenándole por segunda vez con semen.
Eres muy deliciosa mi perra Flopik – Ahora más calmado le hablaba
Sí, soy tu perrita, seré tu perra cada vez que quieras – Que respuesta tan sensual me dio
Terminamos esa vez recostados sobre la cama exhaustos y satisfechos, mientras mirábamos en un costado del cuarto a Victor, que ya casi terminaba de lamer su verga y ya lo guardaba en su funda.
FIN
