Castigo ⎥⎥ LUCKITY || ONE SHOT

ESPECIAL DE NAVIDAD

La navidad llegó a Karmaland, cada rincón estaba lleno de nieve y adornos especiales a la fecha. Incluso Sapo Peta se contagió del espíritu festivo, pues tenía planeado usar un traje de Santa y repartir regalos a todos. Además, la cena navideña estaba siendo planeado en un lugar especial, cada quien ayudaba con algo, pues al ser la primera navidad juntos era demasiado importante y todos querían ser parte. Incluso, dirán que es magia navideña o algo así, pero Vegetta encontró a Mangel dentro de un pozo, a pesar de no recordar mucho no se rehusó a ir con él a terminar con los preparativos de la cena navideña.

―¿Mangel? ¿Eres tú? ―Rubius se acercó corriendo al verlos, hace mucho que no sabía nada de él.

―Lo encontré en un pozo, pero no recuerda mucho, luego Sapo Peta debería examinarlo.

―Bueno, al menos está con vida. ―sin dudarlo Rubius le abrazo sin querer soltarlo.

―¿Quién es este? ―Mangel a pesar de que no opuso resistencia al abrazo lo miraba extrañado.

―Pero Mangel ¿Qué dices?

―Pero si te acabo de decir que no recuerdo mucho, no seas bobo.

―Pero Vegetta...

Luzu veía aquel reencuentro a unos pasos, terminó su parte de la decoración e incluso de ayudar a cocinar. Quackity pasó por su lado como si nada, después del problema de Halloween lo ha estado evitando, quizás por el miedo a que pueda pasar algo así otra vez. Aunque eso no quitaba el hecho de que cada que podían encontraban un momento para estar a solas y Luzu aprovechaba para tomarle la mano o abrazarlo, aquellos actos no incomodaban para nada a su pequeño pato. Aun así, debía arreglar ese problema, si de algo servía todo lo que habló con Willy, es que se dio cuenta que sus arranques de celos y posesividad no eran buenos y terminarían dañando más de lo que pensaba.

―Quackity...

―Luzu, ay... ah... hola. ―giró a verlo antes de acercarse más al resto, estaba más tranquilo al parecer.

―¿Qué quieres de regalo para navidad, Quacks?

―Pues no lo había pensado ¿Piensas darme algo?

―Sí, por alguna razón quiero consentirte, tú sólo pide. ―sin dudarlo se acercó a Quackity y le tomó de la mejilla con una mano acercándolo lo suficiente para poder besarlo. Un pequeño beso fue suficiente para que Quackity sintiera sus mejillas arder.

―Pero ¿qué haces Luzu? ―a pesar del nerviosismo no se alejó ni un pequeño centímetro después que el beso terminara.

―Mira arriba...

―Chingada madre Luzu... ―otra vez todo su rostro estaba totalmente rojo, sobre ellos estaba colgado un muérdago.

―Yo sólo sigo la tradición, Quackity.

―Ajá, claro, tradición.

―Me pregunto si habrá otra para que se pueda follar por navidad.

―Eres un viejito caliente ¿Te lo dije? ―para ese momento Quackity tenía los brazos rodeándole el cuello, mientras Luzu le tenía abrazado de la cintura.

Antes que el castaño pudiera responder algo, Willy llegó llevando un par de botellas de vino, aprovechó que Sapo Peta estaba distraído para sacarlas e iniciar a festejar. Muchas cosas pasaron durante esos días, incluso tenían a Titi de vuelta con ellos, unas cuantas copas antes de la cena no haría daño. Sin dudarlo, Willy sirvió el vino en dos copas para Luzu y Quackity, después les dedicó un nada sutil guiño para irse a ofrecer un poco al resto. No podían negarse a nada, ellos querían festejar y debían aprovechar esas cosas, además que sería divertido ver a Sapo Peta buscando esas botellas faltantes. La verdad verlos tan tranquilos y juguetones después de meses de caos, no venía nada mal, al fin se respiraba paz en Karmland, al menos hasta que alguno salga con sus bromas de hacer explotar a Vegetta, aun así, eso era preferible a verlos peleando.