07

23 2 0
                                    

Le contó todo lo que sabía, lo que era. Le dijo que había pasado por miles de primaveras, todas en soledad, que durante su tiempo sólo se dedicaba a proteger el Arma Sagrada, la cual sin alguien que la empuñara no tenía, realmente, un papel muy interesante.
Sólo brillaba en el fondo del lago, como un tesoro escondido, y junto al tesoro, estaba ella.

El hombre no pareció muy interesado. Y ciertamente no lo estaba, pues, ¿qué provecho podría sacar él de algo tan mundano como la vida eterna?
No tenía ningún beneficio a corto plazo, así que no le importaba. De lo que debería preocuparse ahora es sobre cómo sacarse al Espíritu de encima, quien ahora recostada a su lado en el patio del templo, no paraba de mirarle el rostro.

—¿Qué te entretiene tanto? —preguntó sin más, le había perdido el miedo. Un espíritu de su nivel, lejos de su sitio, no podría hacerle demasiado.
—Nunca había visto un hombre tan de cerca.
—Pues ahora lo haces.
—Y usted sabe todo de mi, pero yo aún no conozco su nombre —agregó, su mirada curiosa. Él gruñó suavemente por lo bajo.
—Yasuo. —dijo sin más.
—¿Y él?

Señaló a la espada, envainada a un lado de su cuerpo. El pelirrojo alzó una ceja.

—No lo sé. No quiere hablar ahora.
—Se comunica contigo, ¿verdad?
—De vez en cuando.
—Genial —le sonrió—, ojalá la Espada que protejo me hablase a mí.
—Eh, esta cosa no me cuida. Sólo está aquí.
—¿Por qué?
—Por el ritual.
—¿Qué ritual?
—El de anoche.
—¿La Luna Roja?

Se estaba volviendo redundante. Yasuo rodó los ojos.

—Sí, ese mismo.
—¿Fue a propósito?
—Que sí.
—Creí que estaban en peligro.
—Pues no —se volteó sobre sí para verla, el sol atravesando sus cabellos al viento—, fue intencional así que ya no te metas.
—Pero es tan arriesgado... para las almas mortales.

Llevó su dedo índice al pecho del verdugo, tocándole con delicadeza. Él permaneció atento ante ello.

—Te dije, que no te metas.
—Me resulta inevitable.

Sostuvieron la mirada del otro, atentos a la presencia ajena. Inmersos en su propia existencia.

Bajo la Luna Roja || Yasuo x JannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora