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Tokyo, Japon 2002

·17hs

SENTÍA QUE MI CABEZA explotaba de dolor. Por alguna razón me encontraba acostada en pasto. Me sente y miré a mis alrededores. Era completamente imposible recordar donde estaba o, si quiera, como había llegado hasta este lugar. Definitivamente no me sonaba de nada.

Cerré por un momento mis ojos, haciendo el esfuerzo de recordar algo, aún así, nada se me venía a la mente. Respiré profundo e intente consultar a mi cerebro información acerca de mi pero, ese punzante dolor, no me dejaba.

Vamos, al menos mi nombre.

-KΠΠrΠ. -Un susurró, estaba diciendo mi nombre. No lo alcanzaba a entender, lo sentía tan familiar.

-KaΠrΠ. - La misma voz pronunciado mi nombre, esta vez pude entender un poco mejor. Sabía que era un recuerdo -porque me encontraba sola en el bosque y no había nadie cerca así que era imposible que alguien me este hablando-, por lo que forcé a mi mente a volverlo a repetir.

-KaΠri. - ¿Kari? No, ¿Kaeri? ¡Eso es! ¡Me llamo Kaeri!

Pero, ¿Kaeri que...?* Pensé confundida, e intente recordar mi apellido. Me di por vencida, es suficiente con saber mi nombre, creo.

Me volví a recostar en el pasto y al apoyar mi cabeza no pude evitar quejarme de dolor, me senté con rapidez lo que me hizo que me mareara. Lleve mi mano a mi nuca y senti un liquido algo viscoso, no era tan tonta, sabía que era sangre. Tragué el miedo e inhalé profundamente antes de pasear mis manos por el cuero cabelludo buscando la herida.

Un grito de dolor se ahogó en mi garganta. Mierda, dolía mas de lo que esperaba.

Mire mi ropa, por alguna razón tenia vendas atadas en mi muslo derecho. Revise entre mis cosas, a ver si de por casualidad no tenía una gasa. Resultó ser que si. Acomode la gasa en mi herida y, con las vendas, la deje firme para que así no se moviera de lugar.










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•57hs

NO SE CUÁNTO, PERO LLEVABA horas caminando por el bosque y seguía sin divisar algún indicio de personas. Mi cabeza seguía martillando, mi estómago había empezado a rugir hace varias horas y mi garganta clamaba por un poco de agua, mis ojos estaban cansados y mis oidos escuchaban un fuerte pitido.

Mi pecho comenzó a subir y bajar mas rápido de lo normal, mi respiración se agitaba cada vez mas y, aunque sentía que no podia dar otro paso, me force a caminar, a caminar, caminar y caminar. Pronto empecé a vislumbrar algo, era un templo. Sonreí y con algo de esperanza en encontrar personas, caminé más rápido.

Un fuerte rugido. Se escuchaba lejos pero se aproximaba a gran velocidad. Detras de ese rugido lo acompañaron mas rugidos, cada vez mas cerca. Se dirijan al templo.

Sin darme cuenta me encontraba fuera del bosque. Unas luces me segaron, eran esos rugidos. Tape mis ojos e intenté mirar a otro lado pero aún asi esas luces lograban quemar mis ojos.

Enfoque lo mas que pude mi vista en la persona que venía sentada arriba del primer rugido. Era un chico que, no sabía decir si era bueno o no, puso su mirada fija en mi.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2023 ⏰

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