Anexo

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El conductor se llama Jin y, al parecer, solo me lleva cuatro años. Creí que sería un señor por el tono respetuoso y parecido al de mi padre cuando se dirige a  mí.

De hecho se sintió ofendido cuando le llamé de señor en cuanto me dejó en la parada de autobuses de Daegu. Eran las seis y media de la tarde, el sol ya estaba por ocultarse y ahora todo se veía de unos tonos grisáceos.

Dejé mi maleta a un lado y limpiando mis manos en mi chamarra, le extendí la mano derecha para despedirme de él.

—Muchas gracias por traerme y no secuestrarme para después asesinarme.

Él sonrió en respuesta y aceptó la despedida con un apretón de manos.

—Auch, oye ¿No deberías de tener un poco de confianza en mí porque te compartí de mi hamburguesa y papas fritas?

—De hecho lo comí pensando que sería mi única cena deliciosa de toda la vida.

—Tú, mocoso de verdad.

Y me dió un golpe suave en el hombro mientras reía en voz alta, al instante me contagió de ello. Terminamos riendo durante varios minutos hasta que nuestros estómagos dolieron.

Antes de que Jin subiera a su camioneta todo terreno, me lanzó un objeto sin previo aviso. Intenté atraparlo con ambas manos, pero rebotó en mi cabeza y cayó al suelo. Escuché su risita burlona mientras levantaba el objeto en cuestión.

Era un peluche pequeño de una alpaca amistosa, recordé que la había visto en televisión una vez gracias a mis primos pequeños que se la pasaban viendo caricaturas todas las tardes.

Arrugue un momento la frente y sonreí mientras le preguntaba con la mirada que significaba eso.

—Es un regalo para ti, feliz navidad. Espero puedas encontrar la felicidad en algún momento, no todo es amargura. Simplemente algunos tenemos que ser pacientes y esperar por una gran recompensa al final.

Me guiñó el ojo y se subió a la camioneta.

No supe que decir en ese momento, solo sé que saqué mi celular rápidamente y, antes de que comenzara a andar el auto, toqué el vidrio del copiloto desesperadamente.

Él lo bajó y arqueó una ceja.

—¿Qué?

—Oye, sé que apenas nos conocimos y probablemente no quieras verme de nuevo, pero yo sí.

Le extendí mi celular, gotas caían en mi rostro de lo nervioso que me ponía esta situación. Yo no era así, más mi corazón me decía que lo hiciera.

—¿Me puedes dar tu número?

No sabía que me iba a deparar en el futuro, lo que sí entendía finalmente es que si deseabas algo con todas tus fuerzas debías de perder el miedo y hacerlo pese a que te veas como un imbécil al principio.

Pero aún así lo hiciste, no te quedaste con las ganas.

Y Jin era eso que ahora mismo deseaba tener en mis contactos.

Me sonrió dulcemente mientras sujetaba mi celular.

—Nos veremos pronto, Yoongi.

—Espero que sea pronto.

Y arrancó.

el porqué Taehyung no terminó conmigo » YoonGi (El Porqué...#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora