Desesperación

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No sabes cómo acabe
cuando todo aquello ocurrió,
fue el día que más lloré
por la maldita desesperación.

Fue doloroso llegar a ello,
que algo me consumiera;
fue mi desesperación,
que no dejó que feliz yo fuera.

No puedo decir tener suerte,
nunca la he tenido,
pero algo he aprendido:
con el tiempo, a quererte.

Y es que no pude confesarte
cuál era mi mayor deseo,
mi mayor anhelo.
Pues este era amarte.

No sé por qué o qué fue,
si mi desesperación,
el ansia de mi amor
o mi maldita timidez.

No sabes cómo acabé
cuando todo aquello ocurrió,
fue el día que más lloré
por la maldita desesperación.

Versos pasionalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora