𝐘𝐄𝐉𝐈𝐒𝐔 || ❝Donde Choi Jisu le manda cartas a Hwang Yeji para confesarle su amor.❞
Hwang Yeji es la chica más popular de la preparatoria, el amor platónico de muchos en especial de Choi Jisu una estudiante más del lugar invisible a los ojos de...
—¡Oh eso es realmente romántico!—Chilló Minju su amiga mientras se estiraban para las prácticas de sus coreografías.
—Sí, pero creo que esa persona podría estar aquí.—Susurró Yeji mirando a todos lados como una paranoica.
—¿Te preocupa eso?—Minju hizo una mueca al ver la preocupación de Yeji.
—No, solo es que... Tal vez quisiera conocer a esa persona.—Se llevó una mano a la nuca sintiendo el calor en sus mejillas.
Y no mentía con sus palabras.
Había pasado una semana del acontecimiento.
Realmente le extrañaba no recibir alguna otra cosa de la persona.
A pesar de eso no paraba de leer la carta una y otra vez imaginándose a esa persona.
Yeji se sentía encima de una nube pero que empezaba a caerse cuando pensaba que tal vez era solo una broma o la querían molestar.
Mejor sería que dejara de imaginar cosas imposibles.
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Choi Jisu estaba en su clase de Química.
A pesar de que era buena en todas sus asignaturas, Química era la peor según ella.
Por primera vez no prestaba atención a la clase. Sólo podía pensar en Hwang.
Tal vez no había leído la carta.
Tal vez la haya leído y olvidado.
O solo la tiro por la basura.
Todas las opciones eran horribles para ella.
Era su primer amor.
Su único amor.
A menos de que las cosas salieran horriblemente mal.
“Fui muy ilusa al pensar que alguien como ella podría interesarse en mí” se repitió una y otra vez.
Sus pensamientos fueron interrumpidas por una sombra cubriéndola.
Al levantar la mirada observó la figura del profesor frente a ella.
—Señorita Choi ¿no quiere compartirnos sus pensamientos?—El profesor indagó con sarcasmo haciéndola enojar.
—Lo siento profesor solo-
—Nada. Supongo que estaba prestando atención así que no tendría problema en resolver el ejercicio que recién estaba explicando.—Argumentó el Profesor haciendo que Jisu rodará los ojos y se levantará en dirección a la pizarra.
Miró el ejercicio con una sonrisa victoriosa, los meses de estudio intensivo servirían de algo.
El ejercicio no era complejo solo había que fijarse bien en los valores.
Comenzó y resolvió todo diciéndolo en voz alta y yendo a su asiento para mirar al profesor con una sonrisa ladina.
Le entregó la tiza—Si quiere que la gente le preste atención debería de dejar de enseñarnos lo mismo desde hace un año.—Finalmente se sentó dejando al profesor con las palabras en su boca.
El silencio que irradió el salón terminó con el sonido ruidoso del timbre anunciando el receso del almuerzo.
Era el momento de dejar su otra carta.
Salió del salón con sus cosas y se dirigió a su casillero donde tenía la carta.
Caminó unos pequeños pasillos y llegó a su casillero.
Lo observó con ilusión por unos segundos.
Sacó la llave de sus bolsillos y abrió el casillero.
Dejó la carta y cerró rápidamente.
Jisu sabía que Yeji no vendría pronto por lo cual se sintió segura.
Volvió a pasar por los pasillos para llegar al comedor.
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Yeji decidió que ese día iba a ser diferente.
Era viernes, el mismo día en el qué había recibido aquella carta.
Por lo que fue a su casillero aunque usualmente no iba allí a esa hora a ver si había alguna novedad.
Caminó rápido y al llegar respiró y abrió el casillero.
Realmente parecía desesperada.
Revisó y vio otro sobre haciéndola sonreír.
Sin esperar abrió encontrándose con un origami de corazón al abrirlo vió un breve texto.
He ansiado que los días pasen rápido para volver a escribirte.
Me agradan los viernes, y no solo porque hay un descanso de las clases.
También porque tendré tiempo suficiente para imaginar cómo sería sostener tu mano, dejarte descansar sobre mi hombro y tener charlas largas que duren horas.
No sé si quiera lees esto, igualmente mantengo algunas esperanzas en lo nuestro.
De la persona que tiene sueños aún sin saber soñar.
J.
Yeji estaba consiente de que sonreía como una tonta.
Sea quien sea lograba hacer que se sintiera bien en segundos.
Suspiró emocionada apoyando la carta en su corazón.
“¿Cuando nos conoceremos J?”
Hola ! Espero les guste esta historia, que no sé si culmine¿
