★彡『 Cɪɢᴀʀᴇᴛᴛᴇs Aғᴛᴇʀ Sᴇx 』彡★

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Rumanía 1991
...

Las pinturas sobre la pared me transportaban a distintos lugares y escenarios que me hacían sentir que realmente estaba ahí. Adoraba quedarme mirando mientras imaginaba cómo sería la vida de aquellos retratados, si alguna vez se sentían solos, tal vez atrapados.
Unos dedos largos sujetaron mi hombro, con una ligera fuerza como para darme la vuelta y mirar a uno de mis hermanos mayores.
"Ya es hora de que te vayas, Mitchell. Tus cosas ya están en el auto"
Aquella figura de autoridad me reflejaba a un padre, realmente era a él a quién podía ver como una figura paternal.
Él mostraba un rostro relajado, pasaría un largo tiempo alejado de casa y sobre literalmente todo lo que conozco, eso me provocaba una emoción retenida en el estómago, podría decirse que no me sentía preparado.
Aunque también una emoción de conmoción llegaba a mí, encontraría la forma de gobernar aquél lugar, después de todo era una clase de patrimonio familiar.

...

Imaginaba las pinturas, instrumentos y libros que habrían allí. Mi madre se había encargado de heredarme sus conocimientos a través de música, libros y arte, decía que el arte era para todos aquellos que tenían un corazón roto. Aunque yo no tenía uno, me agradaba el hecho de expresar sentimientos a través de todo lo que es el arte. Algunos sentimientos no eran propios pero sin duda los podía manifestar a través de la música. Mi madre era una pesimista y regularmente nunca se impresionaba por mis logros, por lo que siempre trataba de ser mejor, al menos mis hermanos podían fingir mejor que mamá.
Recuerdo que cada navidad componía canciones dedicadas a mí madre, pero eso parecía no motivarle, tal vez mí padre le hubieran gustado algunas de esas canciones, pero el estuvo muy ausente para escuchar.
Desapareció después de unos meses de mí nacimiento, según lo poco que había escuchado unos pueblerinos lo habían asesinado, tal vez algo irónico pues los "vampiros" no tenemos un corazón que pueda dejar de palpitar, tal vez lo dañaron con algo que hizo que su espeluznante presencia desapareciera.
Me lamento tanto por eso y ahora solo lo escondo con escuchar música en audífonos; Don't Cry- Guns N' Roses sonando fuertemente en mis oídos, sintiendo la música atrapada en mi mente, tranquilizando mi cuerpo del nuevo cambio al ingresar a Never More.
Mi madre me recordaba lo mucho que debía apreciar el espacio, mí padre había pasado la mayoría de sus años siendo uno de los mejores estudiantes y después convirtiéndose en un prestigioso maestro, lo fue hasta su inesperada desaparición.
Y como la tradición no podía romperse mis hermanos deleitaron de la misma manera a la Academia con su empeño y liderazgo en Never More.
Sería como vivir bajo las sombras de una generación tan inmensa como eran los Dobret. Y aunque me gustaba la idea de la sombría, esta parte no era así, solo quisiera hacer algo realmente que impresionara a madre y obtener su aceptación.

...

El carro se detuvo frente a las instalaciones de lo que era una gran mansión, incluso más grande que la casa de mi abuelo Francis II, eso era sorprendente, ya me gustaría recorrer todo el campus.
Miraba a todos los futuros estudiantes llegar a la Academia, parecía ser muy emocionante, me comenzaba a agradar la idea de pasar las próximas décadas aquí.
Adentrándome a la Academia podía ver la diversidad de cuadros llenos de historia y por supuesto rostros nuevos.
Una sonrisa invadió mis labios.
Vampiros, lobos, Gorgonas y tantos peculiares seres.
Recorrer el lugar me había llevado hasta mí habitación, la cuál era enorme. Mi madre se había encargado de que así fuera era su forma de decir lo afortunado que era y debía agradecerlo, algo un tanto narcisista.

Agregué un poco de música a la habitación mientras desempacaba, debía organizar mis horarios.

Llevé tantas pinturas como pude, quería sentirme realmente en casa y esas pinturas eran mi forma de sentirlo así. El violín que pertenecía a mí madre también lo había traído conmigo, cuidandolo como una copa de sangre fresca. Además de traer un par de libros y cuadernos en dónde podría escribir sobre mi estadía aquí.
Me moría por comenzar con las aventuras que traía éste lugar.

Me coloqué el uniforme violeta y pintoresco que se me había asignado.

Un rato más tarde llegó al parecer mí compañero de cuarto, que parecía muy extraño, incluso más para un excluido. No había hablado para nada en todo el rato, hasta que tiempo después mencionó molesto que apagará la música, yo sin problema lo hice.

"A veces puedo ser algo molesto, no tengo problema con que me lo recuerden"
El no respondió, sólo suspiró y se metió en la cama.
"Mi nombre es Mitchell Dobret, aunque puedes llamarme solo Mitch"
Seguía sin respuesta, solo decidí dejar de hablar.

La noche fue extraña, él había desaparecido de la habitación, la ropa estaba desgarrada por todo el suelo. Era algo raro, me había preocupado por lo que decidí preguntar en la mañana sobre lo sucedido.

"Buenos días, ¿Qué tal la noche? Parece que desapareciste dejando un desorden"
Dicho esto, el se giró lentamente, sus ojos apuntaban a mí como una flecha directo al blanco, no parecía ser el mismo, como un alma en pena.

"Te han dicho lo molesto que eres? No deberías preguntar sobre temas que no debes, será mejor si no lo sabes"
Su voz sonaba tan molesta y ronca, no sabía si era por la pregunta o simplemente así era siempre.

La tarde continuó con la duda en mi cabeza, como un pequeño gusanillo comiéndose mi cerebro.
Después de clases caminé hasta la biblioteca, escuchando la conversación de algunos maestros.
"Tal vez deberíamos terminar la investigación de los hydes en los alumnos. Han estado muy violentos, en especial Axel, el muchacho ha estado saliendo de las instalaciones y huyendo a Jericó"
Mencionó una mujer un poco baja de cabellos oscuros, mientras el contrario se quedaba pensando en lo siguiente que diría.
"Entonces se reforzará la vigilancia a ellos, no podemos simplemente detener la investigación, estamos tan cerca, sé que se podrán hacer grandes cosas."
Reafirmó, pero la mujer no parecía estar de acuerdo.
"Pero si el sheriff se entera? Qué podemos hacer?"
Parecía ser un tema serio, tanto que no debía ser escuchado por las autoridades de Jericó.
"No hay de que preocuparse, es mejor no alarmar a nadie. Está en sus manos que está conversación no salga más allá de esta aula "

Oh no, claro que no saldrá del aula. Tal vez solo me quedaré pensando en lo espeluznante que suena eso del hyde.
Y de acuerdo con el diario de un sabio hombre, los hydes suelen ser seres temperamentales y violentos.
Al parecer tengo a un compañero psicótico y tal vez asesinó determinado por un amo... Que excitante.