Aun sabiendo quién soy, ¿te quedarías conmigo?

Mirame.

Bastian y Deva estaban sentados en la cama de ella, a él le fascinaba contemplarla, nadie arruinaria momentos así. -Deva- Dijo él, y ella volteó a verlo. -¿Sí Bastian? ¿Qué sucede?. -Dijo fascinada por su bello rostro. -Quiero saber de tú vida. -Dijo nervioso. -Ah, uhm- Suspiró ella -Bueno, Aquí va.-Él la miraba atento, abriendo sus oídos para ver que bella historia saldría de la boca de tan linda chica. -Una maldita vida, con rencores y problemas, a lo que yo creo que es culpa de la sociedad, muchas personas me atacaron de diferente forma a lo largo de mi vida, toda esa gente creían que podían ser el mismo diablo, pero eran simples y pequeños demonios, los mas rencorosos, y los que se aferran a si mismos para zafarse de problemas, los que se reflejan su dolor en otras personas, y los que lastiman al resto por diversión... luego, está la gente que sin saber que le ha pasado, se encuentra en un punto de su vida, que si no hace ciertas cosas, a los que se ven obligados, mueren, o lo pierden todo. Ese fue mi caso, me vi obligada a entrar aquí hace unos meses, luego de llevar a cabo un homicidio culposo de uno de esos intentos de demonio, en ese momento notaron que el único diablo, era yo. Para el ingreso aquí, me resistí, pero no funcionó, mi madre sólo me gritaba que lo haga, que era la salvación y lo que podía permitir que siga viva y en libertad, ella jamás juzgó mi acción, aún que se observaba su dolor y miedo al verme, claro que sí, su hija era una asesina, creo que un poco de remordimiento debía sentir en ese pecho.-Suspiro ella para luego seguir- Me aleje de mi mejor amiga Lilith, ella, ella me necesitaba y necesita, Lilith es una chica completamente diferente a mi, poco impulsiva. Realmente su vida también es muy caótica, lo único bueno es que no tuvo que ingresar a la mafia para sobrevivir. Pase mucho tiempo queriendo escapar de mi ingreso, pensé en acabar con mi vida, si, suena absurdo, sé que pensarás ''Cómo una asesina podría en suicidarse'' porqué todos los que se enteraron lo pensaban.-Bastian la miró, y vio en sus ojos dolor, sabía que algo peor había detrás de todo esto.-Sigue, preciosa, sé que hay más.-Dijo en un tono dulce, él sabía como ella se tensaba cuando le hablaba así.-Deva suspiró. -Cuando tenia 15 años, iba en el carro de mi quién en ese entonces, era mi mejor amigo que ibamos de camino a la casa de mi madre, ya él siendo mayor de edad, tenia su licencia, en el recorrido hacía mi casa, nos detuvieron, y sólo a mi, me metieron en un nuevo carro, me taparon los ojos y me llevaron a un descampado. No recuerdo muy bien lo acontecido, ya que seguía bajo los efectos de la droga y el alcohol después de una gran fiesta. Ellos, me rasgaron la vestimenta, dejándome desnuda, y abusaron sexualmente de mí, me golpearon, me quemaron, me cortaron, y jugaron conmigo hasta que mi anatomía desangró. fue lo más horrible que viví, ellos no intentaron asesinarme, pero así lo sentí yo, la muerte en vida. Al terminar la secuencia me tiraron donde me encontraron, y los pocos metros que faltaba hacía mi casa, los corrí. Así que, luego de un tiempo, de mucho dolor, mucho sufrimiento, recordé los rostros de los culpables de mi abuso, en esos rostros, se encontraba el de mi mejor amigo, el cuál, en el momento del hecho no lo reconocí. Luego de eso, aconteció lo que anteriormente narré, y él fue la víctima de mi homicidio, jugó con mi vida, com mi sufrimiento, mi dolor, mi humillación, mi miedo... yo jugué con su garganta y una navaja, para que observe quién era más temible, luego la situación se fue de control y acabé con su vida.