"One fine day gonna leave you all behind It wouldn't be so bad if l had more time"
♪ ♪ ♪ ♪
Era pasada las doce de la noche, lo cual significaba que oficialmente era el cumpleaños número 21 de Lisa.
Tanto ella como Rosé se encontraban en la cama que habían estado compartiendo los últimos días, la oscuridad las rodeaba por completo. Una pequeña luz se adentraba por la rendija de la puerta, y el unico sonido que se oía era sus respiraciones junto con sus voces susurradas.
— Feliz cumpleaños, Lili— Susurró Rosé, tenia en frente suyo el rostro de Lisa.
Una de sus manos acariciando su suave mejilla, la otra servía de almohada a la omega, mientras que delineaba la delicada línea de la espalda de la chica.— Te deseo felicidad, desde mi corazón quiero que seas feliz porque eres la persona más hermosa que conozco.
Lisa todavía no se acostumbraba a la manera en que Rosé le hablaba y las cosas preciosas que salian de sus labios para ella pero ciertamente no le costaba oírlo.
Se inclinó un poco, sus frente pegadas una a la otra. Sus narices a un palmo de distancia y sus pequeñas manos en el pecho de la alfa.
— Gracias, Rosé. Tú también eres lo mejor que pudo pasarme y por ser todo lo que alguna vez soñé— Murmuró viendo la silueta dibujada de la mujer que poco a poco había robado su corazón con nada más que amor y cuidados.
Rosé sonríe, y acorta la distancia para dejar un delicado beso en los labios de la omega. La besa una y otra vez, hasta que siente sus pulmones arder por la falta de oxígeno. Si no fuera por ellos, la besaría por el resto de la eternidad.
— Tengo un regalo para tí— Exclamó, todavía intentando recuperar el aliento.
Lisa se sorprendió, negando con la cabeza como si ello pudiera detener a Rosé. La alfa se empezó a reír por la reacción de Lisa, pero aun así beso una vez más la sus labios antes de levantarse de la cama, con su remera holgada, pantalón de pijama y descalza salió de la habitación para volver a los pocos segundos con un enorme paquete envuelto.
Se acercó a la cama, dónde Lisa ya se encontraba sentada todavía sin poder creer que Rosé le hubiera conseguido algo por su cumpleaños.
— Es un regalo que tiene dos partes— Comenzó a explicar Rosé, depositando en la cama el paquete envuelto.— La otra parte estara en casa, para cuando volvamos.
— Rosé...— Susurró Lisa, todavía incrédula, pasando una mano por la envoltura azul brillante y acariciando suavemente— No era necesario un regalo.
Rosé chistó con la boca, e hizo un ademán quitándole importancia.
— Tuve que pedir varios favores para poder conseguirlo a tiempo pero... Espero que te gusten— Rosé se encontraba sentada a su lado, en cuclillas. Lisa se rió por la emoción de la alfa, que saltaba en su lugar, ansiosa.
— Lo que sea que me hayas dado es más de lo que pudiera pedir Rosie— Susurró Lisa.
Rosé sonrió, viendo el brillo especial en los ojos ajenos por más que hubiera oscuridad. La poca luz que entraba era suficiente para distinguirle.
— Abrelo, Lis. Abrelo— La incitó, casi mordiéndose las uñas.
Lisa suspiró antes de proceder a hacerlo. Desató el moño con cuidado y rompió el papel, que según dicen trae suerte. Dentro había una caja de madera tallada, de buen tamaño. Se encontraba cerrada, entonces la omega buscó tirar de la cubierta hacia arriba encontrándose con una pila vertical larga. Frunció el ceño sin entender, hasta que metió un par de dedos y sacó uno de la pila.
ESTÁS LEYENDO
A Christmas baby ∆ Chaelisa
Разноеᐅ En la pirámide de una sociedad sexista, los omegas son el último escalafón de la cadena. La sociedad religiosa de Seúl pondera al alfa y omega bien casados y marcados, donde no hay lugar para la inmoralidad. La alfa Roseanne Park, médico pediatra...