Muérdago

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La verdad no es que Monty este muy emocionado de estar aquí. Los concursos de bandas son emocionantes, divertidos. Este lugar sin embargo se siente tranquilo, empapado en el extenso y compartido espíritu navideño de las personas. Más que una competencia es una especie de reunión familiar entre cientos de desconocidos, que sin embargo ahora parecen conocerse, si se toma en cuenta que muchos de los participantes cantan juntos, bailan, platican y ríen.

Montgomery continúa bebiendo de su ponche, observando a los demás participantes del lugar en uno de los rincones más alejados del establecimiento. No lo confundan con una persona tímida o antisocial, todo lo contrario. El ama la diversión y alboroto tanto como disfruta de tocar el bajo, solo que en este momento las cosas son un poco... Complicadas.

Y la razón de esa "complicación" no es nada más que una peculiar planta que cuelga de una gran parte de las paredes, tratando de darle a ese lugar un toque más navideño: muérdago. Monty conoce bien la tradición que gira en torno a la planta y bajo ningún motivo se está involucrando en ello. Es demasiado cursi para su gusto, aún más tomando en cuenta el hecho de que esta literalmente rodeado por un montón de desconocidos.

Se rehúsa profundamente a besar a una persona al azar que haya tenido la suerte de colocarse a su lado en el momento (o, mejor dicho, lugar) equivocado. Pero Monty también ha leído las ridículas reglas del establecimiento y, para resumir, el muérdago es parte de la dinámica del concurso musical, lo que significa que debe seguir las instrucciones al pie de la letra. Aunque el caimán sigue sin entender realmente el atractivo o necesidad de hacer eso.

Los Glamrock habían aceptado todas las reglas para entrar a la competencia. Eso lo involucra a él. Y a la estúpida tradición del beso. Así que si, está aquí parado a un lado del gran tazón de ponche, con cara de pocos amigos, dolor de cabeza y frío. Debió haber conseguido un suéter como Roxanne dijo, pero en ese momento no fue muy consciente del cruel clima que se avecinaba. Estando tan perdido en sus pensamientos, ni siquiera noto cuando cierto lobo se acercó a su lado.

"¿Disfrutando el festejo?" Una nube de vaho abandonó los labios de Roxanne. Llevaba una gran chaqueta de lana cubriéndole el cuerpo, aunque no es que ella lo necesite. El pelaje de los lobos comenzaba a ensancharse al menos tres meses antes del invierno, lo que significa que para estas fechas era lo suficientemente abundante y esponjoso para protegerla de cualquier clima gélido. Ese, por supuesto, no era el caso de Monty, quien necesitaba cuidar sus escamas para evitar la resequedad.

El lagarto resopló y tomó un gran trago a su ponche. Estaba tibio y dulce. No iba a admitirlo en voz alta, pero realmente le gustó sin necesidad de agregarle alcohol. Cuando terminó de beber, por fin pudo contestarle a su amiga.

"Si, ya sabes, el rincón apartado del lugar es agradable", el sarcasmo en su voz ronca era evidente y la lobo sonrío con diversión.

"Tu te apartaste solo, querido", dijo Roxanne, "¿Por qué no vienes con nosotros? Después de todo somos la siguiente banda en presentar y necesitamos organizarnos." La expresión de la chica fue remplazada inmediatamente por una de picardía. "También, ya sabes, Freddy ha estado preguntando por ti desde que te fuiste y-"

Monty casi escupe su ponche al suelo. En consecuencia, algunos trozos de fruta se atoraron en su garganta. Comenzó a toser, fuerte y ahogado, llamando la atención de varias personas al rededor. Roxanne le propició un par de palmaditas en la espalda que estaban destinadas a ayudarlo, pero solo consiguieron irritarlo más. Cuando por fin pudo resoplar sin complicaciones le dirigió una mirada enojada a su compañera.

"Roxy, te juro que si estás haciendo una maldita broma voy a-"

"Tranquilo, lagarto. Jamás bromearía con eso." La sonrisa maliciosa en su hocico decía todo lo contrario.

Muérdago (Glamnty)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora