Hot night

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El cuerpo de Joy tiembla cuando su cuerpo es acorralado contra la fría superficie de baldosa que incorpora a la sucia pared de la habitación, siente los escalofríos correr por su espalda ante el repentino cambio de temperatura al instante que las manos de ese enorme monstruo magullan sus muslos. Los largos y gruesos dedos dejan marca en su piel, puede ver nuevos cardenales formándose haciendo que Joy gimiera adolorida. Cuando siente que las manos separan cada vez más sus piernas, Joy sabe lo que sucederá, porque aunque la penumbra dominaba el entorno junto con el penetrante olor de la corrosión, Joy siente el duro bulto del monstruo, escondido debajo de sus pantalones sucios, contra su vulva vestida.

¿Cómo terminó así?

¿En una situación tan... Comprometedora?

Silent Hill era un lugar horrible lleno de monstruos y gente diabólica, dónde los peores miedos cobraban vida así como las fantasías más oscuras que el ser humano podría imaginar. Joy culpaba su mente oscura por imaginarse a Pyramide Head follandosela durante toda una noche después de ver sus manos agarrar con fuerza esa pesada arma con la que la iba a matar. Debio pensar en Brandon, su novio, y su esculpido cuerpo de actor de cine, debió pensar en Brandon y en su gran pene; debió pensar en él, se supone que él era el objeto de su deseo y sus fantasías. Pero en vez de pensar a Brandon follandosela, pensó en Pyramide Head tomándola y embistiendola con fuerza mientras la abría con sus grandes manos; pensó en ese monstruo metiendo sus dedos en ella y haciendo que viera estrellas.

Maldita sea su imaginación.

—¡Ah!—ella no puede evitar que su voz salga, el monstruo se frota contra ella a un ritmo constante que hace que Joy llorique, la ropa se vuelve húmeda y pegajosa con cada frote, quiere meter las manos debajo de su ropa y poder masajear con fuerza su clítoris, el insufrible cosquilleo en su vulva y su vagina se convierte en dolor por la desesperación.

Quiere tocarse pero no puede, el cuerpo ancho de Pyramide Head se lo impide. Siente la punta de esa polla tocarla, puede sentir que es grande y gruesa y se desliza fácilmente.

—¡Aaah!—Joy no puede pensar en nada más que en la excitación del momento, grita cuando llega al orgasmo, siente que su vagina se contrae dolorosamente.

Siente que Pyramide Head no se detiene ni un segundo, su duro pene se frota con una gran velocidad sobre la mojada ropa interior haciendo que Joy se vuelva a excitar cuando la gruesa polla toca su clítoris sensible sin parar, escucha al monstruo gruñir con fuerza como un animal salvaje cuando llega al orgasmo. El monstruo eyucala grandes cantidades de semen que Joy puede ver una gran mancha húmeda en el pantalón.

Los dedos que sostienen sus piernas se recorren hasta llegar a su mojada ropa y la rasgan sin ninguna fuerza, los dedos la masajean y Joy logra poner su mano en la muñeca del monstruo como si pudiera detenerlo. Estaba demasiado sensible como para poder soportar que la masturbar, su vagina dolía ante la anticipación, quería ser llenada pero al mismo tiempo no. Con cada movimiento sobre su vulva, su clítoris y su perineo suelta más flujo y le da más facilidad al monstruo recorrer toda su zona.

La yema del gran dedo presiona contra el clítoris y lo mueve en círculos con rapidez, baja hasta llegar a su vagina y la masajea hasta que logra entrar. Joy grita, llora y gime, las sensaciones eran abrumadoras, solo puede pensar en el dedo que la llena con deliciosa y acaricia el músculo. Otro dedo se une y la estira por completo, los dedos entran y salen con facilidad después de dos exquisitos orgasmos y mucho flujo, una de las manos aprietan su seno izquierdo y estiran su pezón hasta que duele, las embestidas en su vagina y el apretón en su seno causan que Joy vuelva a tener el orgasmo y por inercia intenté cerrar las piernas, los dedos siguen sin detenerse como si quisieran sacar todo el flujo producido, entran y salen en un sonido húmedo y acuoso.

La sensación callosa de los dedos hace que Joy apriete más y torne los ojos en blanco.

—¡Carajo!

En un momento los dedos salen de ella, el flujo cae de su interior sobre el cuerpo marcado de Pyramide Head, mojando la piel. Ella no siente las piernas, se siente entumecida, pero quiere seguir porque ahora mismo solo quiere ser follada de todas las formas posibles.

Intenta mover las manos con la esperanza de mantener su cordura, sus manos no saben que tocan, al parecer un interruptor, causando que la luz se encendiera y la oscuridad se volviera mínima. Joy puede ver los dedos que estuvieron dentro de ella totalmente húmedos, masajeando con suavidad los labios de su vagina en círculos. Ve la mano de Pyramide Head estirar su pezón y pellizacarlo.

Joy no hace más que gemir.

Los dedos entran nuevamente pero ahora con más gentileza, igual que en su imaginación, el movimiento es en círculos y entran y salen cada tanto. Así es por varios minutos hasta que Joy nuevamente llega al climax.

Joy cierra los ojos un segundo, ve borroso ante la sensibilidad y se vuelve difícil enfocar la vista cuando ve algo bajar del casco metálico, era un igual que una lengua pero más larga y un poco más punteaguda, podía ver qué la baba se escurría hasta el suelo.

Por un momento sintió pavor, ¿Que se supone que haría con esa lengua? ¿Ahorcarla? Pyramide Head la cargó más cerca de esa lengua dejándola completamente expuesta a ella, Joy tuvo que poner sus pies sobre los hombros cuando esa larga lengua saboreo su vulva.

—¡Aahg!

Se adentro en su vagina y no tuvo piedad de ella. Mientras su vagina era abusada por la lengua, las manos de Pyramide Head apretaban con dureza sus senos, los dedos magullaban su abultado pecho y bajaban a sus nalgas para abrirlas y hacer que la lengua se adentrar más. Los dedos tocaron su clítoris y masajearin constantemente, tocaron su agujero haciendo que su cuerpo se arqueada con fuerza. Orgasmo tras orgasmo, Joy no dejó de llorar.

La noche en Silent Hill era fría pero las manos de ese monstruo la volvía caliente.

Su cuerpo acaba flácido después de que la lengua la dejara, Pyramide Head le había dado el mejor sexo oral de su vida. Ni en un millón de años se imaginó algo así.

Pyramide Head la baja y la sostiene de su cadera, sus piernas tiemblan ante el frío piso. Joy baja una mano hacia el sur abusado de su cuerpo y se toca, todo está a mojado y no puede evitar gemir cuando sus dedos pellizcan su sensible clítoris, se masajea viendo a Pyramide Head quitarse su andrajoso pantalón dejando salir el enorme pene que ocultaba. No era como la de un hombre común, si estaba venoso y tenía la similitud morfológica, pero había varios relieves y estaba de un tono gris extraño. Imagino esos relieves entrando y saliendo, tocando hasta su cuello uterino y expulsando todo hasta dejarla completamente llena.

Sus cortas uñas tocan un punto sensible dentro de su vagina, Joy se muerde el labio y llora. Sim embargo, no logra el orgasmo por Pyramide Head retira su mano y la gira para que sus nalgas quedarán pegadas al duro pene del monstruo, la levanta con ambas manos en su cadera, se dió cuenta que tan largo eran los dedos, eran tan largos que llegaban a su clitoris que cuando el pene comenzó a deslizarse, Pyramide Head lo masajeó y conforme la embestía, lo pellizcaba.

Su mundo se vuelve color rosa caliente, el sexo es duro, sucio y rápido, las manos que la sostienen aprietan nuevamente sus senos y no paran, los dedos abren su boca y entran y salen hasta llegar a su garganta atrangantadola. Joy saborea el sabor de su flujo, la sangre y la corrosión, se excita cuando una mano baja a su garganta y la aprieta, no sabe cuánto tiempo estuvo así, ni siquiera sabe en qué momento la lengua del monstruo se adentra a su boca y masajean su propia lengua. Agarra la mano en su cadera para estabilizarse cuando el ritmo se hace más veloz, sus senos se mueven por el ritmo y su respiración entrecortada.

Su vagina se contrae ante el orgasmo, Pyramide Head se vuelve más lento, siente su pene entrar y salir, dejando la punta adentro y estrellándose contra ella en un sonido hueco y húmedo. Joy abre los ojos cuando el semen la inundan y cae afuera de su vagina.

Jadea.

Nunca llegó a pensar que algo así le llegaría a gustar. El sexo con su novio a veces era suave o a veces era duro y con palabras sucias, pero nada se compraba con esto. Joy no era como las personas diabólicas del este maldito pueblo pero eso no la hacía más santa que ellos.

noche caliente  | pyramide head ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora