Clark miraba la puerta de entrada con seguridad. Entrar a la ciudad, conseguir el trabajo, salir de la granja había sido la parte fácil, hasta despedirse de Pa y Ma en la vieja granja familiar, pese a las lágrimas, resultó más sencillo que lo que estaba por hacer a continuación. El primer día del resto de su vida. «Hasta el próximo mes» se dijo mientras revisaba si no se le veía las mangas del traje azul que portaba por debajo.
De su bolsillo el hombre de metrópolis sacó un viejo reloj, propiedad de su "abuelo" antes que él, examinó su reflejo, su corbata, su peinado, hasta se acomodó sus gafas y extendió algunas partes de su formal traje para que no pareciera tan arrugado. Debajo de su hombro izquierdo sostenía un par de carpetas repletas de papeles y una foto para la oficina, llevaría una maleta, pero todavía no había podido comprarla. «Quizás ese fue mi primer error» preguntó Clark mentalmente, volviendo a guardar el artefacto en su pantalón.
El segundo error no tardó en aparecer, había tardado tanto tiempo en abrir la puerta, en medio del camino, que no se percató que alguien la abriría del otro lado. El hombre, de no más de 25, cayó sobre la acera del suelo desperdigando sus papeles mientras algún reportero salía a alguna investigación, sin que siquiera le prestara atención, nadie lo hacía en toda la autoproclamada "ciudad del mañana", todos pasando por alto al sujeto mientras se veía obligado a recoger sus cosas por si mismo, rodeado por las personas atareadas con sus propios asuntos.
Una mano amiga se posó sobre una foto que Clark estaba por tomar, una con un par de pecas, que la entregó hacia el hombre.
—Oh, gracias... —respondió Clark mientras colocaba una imagen de su natal Smallville en el interior de la carpeta de vuelta.
—Es una foto interesante —reconoció la voz de quien le había ayudado—. Una vista panorámica, el fotógrafo debió de estar muy alto para tomarla, ¿encima de un poste, o algo así?
—De la alcaldía —respondió Kent, a lo que pronto se maldijo, ¿Cómo sería creíble que alguien tomara una imagen desde tan alto? —, eh, quiero decir —pronto se corrigió—, eh... eso me contó el que la tomó.
Clark levantó la mirada al chico, pues eso era. No debía tener más de 17 años, era pelirrojo y con unas cuantas pecas en el cuerpo, así como un chaleco verde y una pajarita azul.
—Soy, Jimmy Olsen, por cierto —dijo el chico—. ¿Usted es...?
—Kent. Clark. Clark Kent, ese es mi nombre. Si. —respondió con cierto nerviosismo.
—Oh, el señor Kent. El señor White estuvo buscándote, pensó que al final te habías acobardado. Cómo los otros.
—En realidad es Clark, el señor Kent es mi padre —dijo con una pequeña sonrisa—. ¿Cómo que como los otros?
Los dos entraron el edificio frente a ellos, y poco después al elevador rumbo a alguno de los pisos más altos, Clark seguía sin estar acostumbrados a aquellos aparatos, su padre decía que con el tiempo la gente la empezaría incluso a dejar de leer en papel para usar una máquina "Ya dejaron de caminar, de subir escaleras, ¿Qué será lo próximo?, ¿Una máquinas les traerá el correo?", a lo que el Clark sentía una mezcla de fascinación y un poco de miedo, como con todas las cosas.
—Si, los otros —avisó Jimmy, sacando a Clark de su trance—. Hay muchos que se proponen para ser periodistas en el Diario Star, Clark, Perry les pone siempre la misma prueba "una noticia novedosa, espectacular, inspiradora", lo que en estos días es difícil del encontrar con los reportes de las tensiones allá en Europa. En teoría, conseguir el trabajo es fácil, se los da a todos quienes lo piden, pero para dejarles publicar cosas serias y no relegarlos a escribir crucigramas les pide una noticia así.
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METROPOLIS 1938
Science FictionUn pequeño One-Shot que hice inspirado en el legendario e histórico Action Comics #1, la primera aparición de mi héroe favorito Superman.