15. Hyung preferido👨‍👦 (Especial)

1.1K 178 15
                                    

Chan era un niño valiente, decidido y muy fuerte, quizás no físicamente pero sí emocionalmente. Era muy parecido a su madre en ese sentido.

Cuando llegó al mundo sus padres apenas habían cumplido los veinticuatro años, aún no terminaban sus carreras y su relación recién había cumplido un año.

Hwang Christopher fue un milagro, una bendición para sus padres y una esperanza para una relación que se tambaleaba para salir adelante, y no, no sucedía esto porque sus padres no se quisieran, se amaban, pero su entorno no era el más adecuado para demostrar su amor.

- Son demasiado jóvenes e irresponsables- había dicho la madre de Hyunjin por teléfono- Ni pienses que vamos a seguir apoyándote.

Días después fue borrado de la familia Hwang, pero eso a Hyunjin no le importó, tenía al amor de su vida consigo y a un pequeño niño en camino.

Y salieron adelante, Hyunjin y su madre lograron tener al pequeño Christopher y darle todo el amor que guardaban para él.

Chan era un niño feliz, sin embargo, cuando apenas iba a cumplir dos años de nacido una personita especial llegó a vivir con ellos, tenía golpecitos por todo el cuerpo y su cabello se notaba descolorido, como si hubiera experimentado muchas veces con él hasta darle ese raro color rojizo.

Si bien su situación económica no era muy estable, su madre no dejó que se llevaran al pequeño pelirrojo, lo adoptaron y así fue como Changbin, su hermano menor y mejor amigo, llegó a su vida.

- ¡Mami!- chillo Changbin desesperado- ¡Channie hyung no quiede dadme mi disdo!

El pequeño Chan salió corriendo con sus padres siguiéndolo y con las risas de Binnie de fondo, su vida era perfecta, amaba cada detalle de ella.

Entonces cuando creyó que nada podía mejorar cumplió tres años y como regalo recibió otro hermanito, esta vez se trataba de un niñito parecido a un zorrito, de lindos ojos y sonrisa dulce.

- ¿Mami, es un ángel?

Jeongin tenía apenas un añito y estaba dormitando en los brazos de su nueva madre, lucía terriblemente adorable y todos estuvieron de acuerdo en que Jeongin era lo más bello que habían visto desde que conocieron a Changbin.

Luego llegaron Minho y Jisung, ver a mami embarazada fue muy extraño, incluso soportar sus cambios de humor y sus gustos raros al cocinar resultó aterrador.

Es cierto que Changbin era su mejor amigo, pero con Jeongin, con él todo era diferente, Chan no podía apartar su mirada del menor, necesitaba estar cerca de él para sonreír y su madre se dio cuenta.

- ¿Hyung, en qué piensas?- Jeongin le saca de sus pensamientos- ¿Estás bien?

Aunque no le dijeron nada a Felix, ellos dos tenían la costumbre de dormir juntos, incluso compartían habitación en el futuro por lo cual no era tan extraño que hayan despertado juntos.

- Estoy bien, Innie

- Dijiste que quedias hablad conmigo, Channie

- ¿Yo dije eso?

Si algo había aprendido de sus padres era a ser fuerte, a no desmoronarse, a mantener la calma y luchar hasta el último aliento.

- Si, Channie

- Ya lo olvidé

Tenía diez años pero no era tonto, ese quizás era el último día de su vida y no lo desaprovecharía estando en cama, a pesar de que la compañía de Jeongin era muy gratificante no podían quedarse ahí sin hacer nada.

¡Tenían que armar un plan!

- Vamos a salir un rato, Innie

- ¿A dónde?- preguntó adormilado- Mami se puede molestar si salimos sin su permiso

- ¿Confías en mí, Jeongin?

- Sí, Channie- murmuró con una sonrisita- eres mi hyung preferido

- Entonces ve a cambiarte

Chan sabía que se exponía a un gran castigo, quizás su padre le gritara un poco pero no podía evitar querer pasar un buen rato con su hermanito menor.

Se escabulleron de la casa y fueron al parque más cercano, se pasearon en cada juego y cuando la noche empezó a caer y Chan empezó a desaparecer, Jeongin empezó a llorar mientras abrazaba a su hermano favorito.

- Te amo, Channie- sollozo el menor- No me dejes tú también...

- También te amo, Innie.

No fue un beso largo, ni siquiera un beso en el sentido de la palabra, solo un roce de labios...

Un inocente roce de labios entre un niño de diez años que desaparecía y un lloroso pequeño de ocho que no dejaba de sollozar.

¡Hyunjin, eres un idiota! | Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora