𝗟𝗜𝗞𝗘 𝖺 𝗧𝗔𝗧𝗧𝗢𝗢 !! messibu

sus ojos son mi refugio.

- sé que estás re mal, negro, pero yo te quiero ver bien. quiero a mi diez, mi nene lindo, mi corazón, mi todopoderoso. - agüero chilló mientras lo abrazaba.

neymar pronto se sumó al abrazo mientras todos hacían sonidos a favor. allí estaban, en la habitación del capitán mientras lloraba desconsolado y contaba su historia de amor, o bueno, más bien de desamor, actualmente.

- lo voy a matar a ese gil de mierda, posta. no me lo banco más, es un pelotudo. - romero escupió.

hizo reír a messi, quién asintió y se tiró en los brazos del jóven. éste lo abrazó y balanceó su cuerpo. se sintió seguro entre los brazos de los chicos, confiado para contarles sus penas con el dibu.

hoy era día libre para los del plantel, y luego de algunas partidas del fifa 22, lio rompió a llorar, siendo consolado por sus amigos. estaban pasando un buen momento mientras comían sánguches de miga, helado de dulce de leche hecho por rodri y gomitas ácidas que trajo ney.

sus pensamientos fueron interrumpidos por el kun agüero, que lo tomó del torso y lo tiró hacia él. ambos cayeron en el suelo cubierto por colchas, riendo un poco. leo tomó lugar en el pecho de éste, acomodándose como si el kun fuese su colchón. éste lo rodeó con sus brazos, dándole un suave beso en su cabeza.

- no llores por él, no merece tenerte ni merece tus pensamientos. es un imbécil que sólo piensa en el resto y nunca en lo que quiere él. - le dijo agüero en voz baja pues estaba cerca del oído de leo.

todos escucharon su charla y asintieron, rodri comiendo helado, neymar peleando con richarlison por el joystick, paredes que se recostó en el vientre de messi, y dybala, con esa cara bonita que tenía, comiendo como chancho.

- gracias chicos, posta me hacen sentir muy bien, pero olvidar a emi es difícil porque nos conocemos desde que yo estaba en la panza de mi vieja. - dijo en un suspiro lastimero lionel. no estaba listo para dejarlo ir y tenía miedo de que eso sucediera.

prometió salir de la situación que lo ahogaba. por él, por los chicos, por leo del pasado, que se moriría si sabe lo que pasó con martínez. el primer paso para superar el duelo era cambiar su rutina. dejaría de ser un imbécil que sólo llora por otro imbécil.

horas más tarde, kuni estaba acostado en una de las colchas, rodeando la cintura de leo con una de sus manos mientras que la otra estaba bajo su propia cabeza, de frente con el contrario. el menor estaba rodeando su cuello, babeando allí, en un profundo sueño que esperaba no culminara jamás. el pecho de agüero, que subía y bajaba por sus tranquilas respiraciones, le daba una sensación de calma y satisfacción que nunca había sentido.

paredes estaba aferrado a su pierna, neymar a su lado roncando estrepitosamente. leo abrió sus ojos lentamente, intentando acostumbrarse a la oscuridad. intentó levantarse pero las manos de agüero y el agarre de leandro no lo dejaban. rió internamente; tenían un lazo afectivo muy grande que habían construido desde que habían llegado al plantel, pero no era sólo con ellos dos, hasta paulo, que babeaba con su cabeza en el regazo de kylian.

aún si estaba atrapado entre sus compañeros, necesitaba aire fresco. dos golpes en las manos de agüero bastaron para que soltara su cintura, y con lea, simplemente agitó su pierna y se lo sacó de encima. es así, pues, que sus pies lo llevaron al balcón. no tenía noción del tiempo pero era de noche aún. él no era muy alto, así que sólo alcanzó a apoyar la cabeza en el barandal, viendo la ciudad de parís desde allí.

emiliano no vivía en las instalaciones del club pero sí cerca de allí. a veces solía descansar en su balcón y tenía la vista del departamento de él. se veían por horas. a veces tomaban el desayuno juntos, mirándose. eso se acabó, pero eso se acabó. las noches en vela, mirándose a lo lejos, se acabó.