La Fuerza del Destino ||Sunghoon y tú||

Tres o Cuatro Veces (Parte Uno)

"El juego del amor nos tuvo tres años jugando, luego nos separó, pero la fuerza del destino nos hizo repetir.
Que si el invierno viene frío quiero estar
junto a ti".

- Mecano.

Capítulo 1.— Tres o Cuatro Veces (Parte Uno)

Pov ____:

Las suaves brisas chocaban contra mi desnudo rostro, el cabello revoloteaba al compás de ello y con nostalgia miré a mi amiga quien con pasos rápidos caminó entre la multitud que deambulaba para abrazarme con cariño.

El tiempo transcurría y aún reposando sobre en su hombro escuché como claramente se reía con burla, levemente despejé mi cabeza de ella y con alegría me incitó a entrar a la ruidosa fiesta.

Dentro de ello, la música hacía lo suyo y todos bailaban al compás del ritmo. Saludamos a un par de amigos y uno de ellos resultó ser el novio de SuA, un tal Heeseung, cuya persona inmediatamente se acercó a presentarse con amabilidad.

Al poco rato decidí dejarlos a solas. Necesitaba un poco de aire después de sentirme incomoda al estar rodeada de tanta miel por lo que subí al segundo piso. Noté que había un balcón donde se podía apreciar una hermosa vista cuyo lugar daba aires de película romántica.

Eso sería lindo y muy cliché a la vez ¿verdad?, pero en fin, solo quedaba admirar cada diminuto detalle, cosa que el frío impedía hacer de lo mío y supuse que era mejor volver y quizás traer a Jungwon.

Al menos esa era mi idea y en cuanto estaba por complementar dicha molestia golpeé fuertemente una textura blanda contra mi cabeza.

Dolió bastante, tanto que hizo que tardará unos segundos en volver en sí.

Al lograr estabilizarme con los ojos entre cerrados visualice la silueta de un chico, por supuesto hice la suposición al ver sus anchos hombros.

Apenada solo opté por disculparme y luego retirarme con la dignidad que aún quedaba.

— Yo... — y aunque siguiera esforzándome por justificarlo, todas las palabras se las llevaba el aire, pero, ahora él era quien estaba a punto de decir alguna frase pues a través de la comisura de sus labios muy apenas y se asomaba unos sutiles colmillos.

Con total atención seguí esperando ese algo, solo que ninguno de los dos creíamos que un individuo lo interrumpiera.

— ¡¿Noona estás aquí?!

"Carajo, Jungwon", pensé con fastidio.

La tensión se sentía y con palabras tenues le susurré "disculpa " para terminar yéndome con prisa.

— ¿Qué fue eso? — preguntó curioso aquel niño de hoyuelos tiernos.

— Nada que pueda interesarte — respondí cortamente.

[...]

Dos semanas después...

Miré por última vez a todos los individuos de esta solemne convivencia.
Suspiré castamente para después entre cerrar mis ojos y apuntar con ellos al chico que posaba con una boba sonrisa en su rostro.

Una vez más le pedí que me dijera la razón por la que estaba yo presente en este aburrido baile.
Con pequeñas carcajadas arregló un mechón de mi cabello y con un tenue volumen de voz me dijo “por mí”.

Sabía que desde aquella fiesta y su claro "te presento a un amigo" quería significar otra cosa. Que estupidez.

Luego al poco tiempo detrás de nosotros se escuchó un fuerte y claro "hola" acompañado de cálidas miradas.