Hyunjin y Jeongin, dos adolescentes sin saber que es el amor ni como se siente, intentan saber que es ese sentimiento de amar a alguien juntos. Este sentimiento puede doler si nunca se ha experimentado y mucho más si no se sabe cómo se siente, pero...
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Hyunjin y Jeongin ya estaban en el autobús, los dos estaban siendo observados por los demás pasajeros que estaban enfrente y a los lados de ellos, Hyunjin se sentía señalado y era más que claro, su cara estaba roja y caliente por tener a Jeongin casi recostado en su hombro derecho y ni hablar de Jeongin, tenía las mejillas rosadas por estar pegado a Hyunjin.
Jeongin vio a una mujer mayor entrar al autobús y decidió pararse para que la mujer se sentara, la mujer al ver a Jeongin hacer tal gesto le dirigió una sonrisa tierna al menor y se sentó en donde Jeongin había estado sentado ya hace unos segundos atrás, Hyunjin sin darse cuenta de la presencia de la abuela mira a Jeongin confuso y este le dirige una sonrisa que le hacía imposible a Hyunjin enojarse con él.
Llegaron a su destino un par de minutos después, bajaron y se encontraban caminando hasta llegar al restaurante. Había un silencio incómodo entre los dos.
Habían llegado al restaurante, ambos pidieron lo mismo para comer, solo que Hyunjin no apartaba la mirada de Jeongin, parecía que estaba botando baba por él.
La gente al rededor estaban observando a los dos chicos, pues mayormente habían hombre y mujer, los coreanos suelen ver el "¿Quieres ir a comer ramen conmigo?" como un "¿Quieres salir conmigo?", por lo tanto era normal ver hombre y mujer, la gente miraba mal el hombre con hombre y mujer con mujer, en especial los adultos ocupados y estresados.
Jeongin movía sus piernas de una manera en que parecía que estaba temblando del frío, Hyunjin lo notó y puso su mano en el muslo de Jeongin para que este se tranquilice, Jeongin miró primero la mano de Hyunjin posicionadas en sus muslos y luego miró a la cara a Hyunjin, quien le dirigió una sonrisa.
Había llegado la comida y ambos se encontraban comiendo, para ser un lugar poco concurrido la comida era muy rica, estaba a temperatura perfecta y tenía una buena cantidad de cada ingrediente, ni uno más ni uno menos.
Gente llegaba y se iba, pero seguían viendo a los dos chicos con mucha cautela, habían llegado dos chicas al mismo lugar y nadie las miraba, parecía que los estaban juzgando por el hecho de ser hombre y hombre.
Esto a Jeongin no le pareció y se dirigió al mostrador donde se encontraba un empleado tomando la orden de una mujer. —Disculpe, ¿Nos puede dar la comida para llevar?— El chico asintió y llegó a la mesa de los chicos junto con dos bolsas.
Hyunjin no sabía que pasaba y solo miraba al empleado guardar su comida con los brazos cruzados.
Jeongin agradeció al chico y tomó las dos bolsas, caminó hasta la puerta y salió de ese lugar junto con Hyunjin. —Jeongin, ¿Por qué de la nada pediste la comida para llevar?— Jeongin dirigió la mirada al chico —Por que nos estaban mirando mal Hyunjin, es obvio que no somos bien recibidos en ese lugar— Jeongin se notaba molesto, no solo estaba molesto de cara, su lenguaje corporal lo decía y su tono aún más —Mejor vayamos a comer a una banca o al parque, cualquier lugar que no esté repleto de esa gente— Hyunjin estaba asombrado, nunca había visto molesto a Jeongin sin estar jugando, incluso le daba miedo.
