Pablo

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Hoy llegué a mi casa más contento de lo habitual, pues había logrado sacar a la vecina de una situación tensa e incómoda. Y, no solo era por eso, sino porque además había logrado hablar con ella y es realmente agradable y atractiva. Al entrar por la puerta, mi padre me esperaba con los brazos cruzados dispuesto a darme un sermón, como de costumbre. 

-¿Dónde estabas?

-Fuera.-espeté sin mirarle a la cara, dirigiéndome a las escaleras.

-Pablo, por favor, hazme caso. 

-Me voy con Pedro.-dije subiendo cada vez más rápido a mi habitación.

Escuché a mi padre suspirar detrás de mí, pero lo ignoré. Fui al baño y me lave un poco la cara, luego me eché colonia y me cambié de zapatos. Esos no pegaban con el chándal que llevaba y me daba demasiada pereza cambiarme todo el atuendo. Quería ir con Pedro, mi mejor amigo desde...bueno desde que empecé a jugar en el Barça. Él era el único en el que confiaba realmente y con el que podía contar para cualquier cosa, además de mi hermana y algunos compañeros del equipo.  Al bajar, mi padre seguía esperándome tapándome la entrada principal. 

-¿No puedo salir?-pregunté indignado.-¿Te recuerdo que ya no estoy a tu cargo?

-Por favor...-resopló ignorando mi pregunta y cambiando por completo de tema.-¿Cuántas horas entrenaste hoy?

-Cuatro.

-¿Sólo?

Me acaricié la sien con el dedo índice. ¿¡Sólo!? Quiere que entrene o qué me mate entrenando. Al ver mi cara de desesperación, mi padre continuó hablado.

-Vale, vale, perdón...sabes que solo me preocupo por que mejores. 

-No.-respondí con un mohín.-Solo te importa que juegue bien para que gane dinero y te lo quedes tú. 

-Pablo...

-Gavi. Si para ti solo soy un puto jugador de fútbol, al menos llámame Gavi. 

-Gavi...

-Vete a la mierda, papá, de verdad, que te jodan. 

Salí de casa, enfadado. Me subí al coche y el conductor inició el trayecto a cada de Pedro. Aunque fuera mayor de edad, seguía sin haberme sacado el carné de conducir. El chófer aparcó frente a casa de Pedro, la cual estaba llena de fans intentando entrar por ventanas. Al verme llamar a la puerta, la gente se volvió más loca y fue a por mí. Yo rápidamente entré a su casa. 
-¡Pablito!-exclamó Pedro al verme dentro, intentando recuperar el aliento.

Pedro hizo un ademán de darme un abrazo.

-¿Podemos hablar?-pregunté ignorando el abrazo y apartándole de mi camino para que pudiera entrar. Tenía muchas ganas de contarle lo de la vecina y poner a mi padre a parir un rato. 

Pedro, antes de sentarse en el sofá, miró una última vez por la ventana. Miles de fans se tiraban sobre el coche de mi chófer, impidiéndole casi arrancar.

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-¿Alguien se enamoró?-insinuó Pedro por cuarta vez.

-Pedrooo...-suspiré.-Ni siquiera sé su nombre, gilipollas. 

Él se rio y yo después. A veces podía ser muy pesado. 

-Ay, que bobo eres, deberías hablar con ella. Es la única chica, después de tu hermana y tu madre, que no se vuelve loca al verte.

 Y la única que quiero que lo haga...digo-

El sonido del timbre interrumpió nuestra conversación. 

Pedro se levantó para abrir la puerta, dejándome allí.

-¡Hola chavales!-gritó una voz que conocí de inmediato. Ferran.

Me levanté para saludar. 

Ansu también estaba con él. 

-Venimos en son de paz, chicos. Dejadnos pasar o los fans nos comerán el culo.-dijo Ansu un poco ansioso por entrar a casa. 

Pedro les abrió la puerta rápidamente. 

-¿A qué se debe la visita?-preguntó Pedro cuando ya estábamos todos en la cocina sentados. 

Ferran abrió el frigorífico, sacó un zumito de uva y piña y empezó a beberlo. 

-Ansu y yo pasábamos una buena tarde en mi casa cuando nos acordamos que teníamos un buen amigo con el que poder divertirnos.-explicó Ferran tragando un poco de zumo. 

-¿Habéis vuelto a romper la Play?-insinuó Pedro. 

-Por favor, déjanos jugar al FIFA.-lloriqueó Ansu. 

-Venga ya...-resopló Pedro-Solo acudís a mí cuando se os rompe la Play. 

Ferran y Ansu suplicaron con un gesto en las manos.

-Esta vez a sido Ansu, tiene muy mal perder.-acusó Ferran.

Yo no quise meterme en la discusión por si acaso. 

-Vale...pero jugamos todos, tengo 4 mandos.-aceptó finalmente Pedro.

Estuvimos jugando bastante tiempo, nos lo pasamos genial. Por un momento olvidé mi enfado por culpa de mi padre.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

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El fútbol nos separó...el amor nos unióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora