Una vez más

1.9K 98 10
                                    

— Bueno, ¿qué os parece? —pregunta Hugo a todos los presentes.

—Es fantástica—comenta una chica que ahora mismo no recuerdo su nombre.

—Es un mecanismo sorprendentemente complejo—interrumpe un hombre de mediana edad, que se ha presentado como Ramon Trust—pero si lo ha podido hacer una recién licenciada seguro que podemos replicarlo con facilidad en nuestro laboratorio.

No sé si sentirme halagada u ofendida por ese comentario.

—A mí me parece que es una idea muy novedosa, original y se podría ampliar el target de ventas más allá de las mujeres. Estoy seguro de que va a tener una alta aceptación en el mercado—Peter Kayerov, un chico de unos treinta y pocos, se sonroja cuando miro en su dirección tras escuchar su generoso comentario y agacha la cabeza cuando le sonrío.

—Por eso mismo elegimos este proyecto como el ganador—contesta Hugo enseguida—Esta pulsera va a revolucionar el mercado de la seguridad y tengo miles de ideas sobre mejoras, además de otras utilidades que seguro que podemos implantar.

Su mirada se encuentra con la mía y me regala una sonrisa orgullosa, diría que casi paternal.

—Muy bien equipo—retoma dando una palmada al aire para llamar nuevamente la atención—Ya conocéis a Sandy, así que, por favor, poneos en marcha cuanto antes. Enseñadla todas las instalaciones y por supuesto, nuestro laboratorio. Pásales el dosier completo del proyecto—dice mirando en mi dirección—y mañana tráete si puedes todos los prototipos previos.

Asiento conforme antes de que todos se levanten dando la reunión por concluida.

El resto del día se me pasa volando. En general, podría decirse que mis compañeros son... correctos. No son las personas más divertidas y amables que he conocido, pero tampoco son desagradables ni me hacen sentir mal. Al mediodía no paran ni para comer, parece ser que están terminando otro proyecto en el que llevan trabajando casi un año y andan bastante estresados. A mí me han asignado unas cuantas tareas de alta ingeniería, como traer cafés, imprimir documentos y archivar. Pero no me puedo quejar, es mi primer día e intento ayudarles en todo lo que pueda.

A Hugo no le he vuelto a ver en todo el día. No sé ni siquiera si está en su despacho o si es que se ha marchado y nuestra "cita" ha quedado anulada. Intento hacer un poco de tiempo cuando mis compañeros empiezan a recoger y a despedirse hasta el día siguiente, pero diez minutos después, al ver que me quedo sola y que el siguiente tren de vuelta a Boston sale dentro de quince minutos, decido marcharme.

Leo el mensaje dos veces más, pero no hay mucho más que extraer de esta escueta frase.

—.—Espero que te haya ido bien en tu primer día"—.—

—.—Ha sido un día intenso, pero todo ha ido bien—.—

Dejo el móvil desbloqueado un rato más, mientras que camino hacia la estación. Veo que está En línea, sin embargo, no hay ninguna respuesta más por su parte. Esta es la primera conversación que tengo con Patrick desde que hace cuatro días en la final, yo terminara con lo que fuese que había entre nosotros. No puedo evitar sentir un poco de tristeza por haber terminado de un instante a otro, pero lo nuestro tampoco era una relación al uso, de hecho, ni siquiera era una relación. No obstante, me alegra que después de cuatro días me escriba preocupándome por cómo me ha ido el primer día.

—.—Me alegro por ti, granjera—.—

Reniego con mi cabeza porque mi diablo interno me está empezando a gritar que le conteste y le proponga algo indecente. Pero otra parte de mí está aún enfadada por su actitud en la final. Sin embargo mi diablillo insiste en que le pida que me venga a buscar a la estación de Boston y que nos pasemos la noche enredados entre las sábanas.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora