« Prometo amarte y respetarte, hasta que la muerte nos separe »
« Te amaré, hasta que la muerte nos separe »
— Corre, Jeongin. ¡Corre y no pares de correr!
Como se le indicó, Jeongin salió lo más rápido de aquella casa, su cuerpo siendo empapado de agua por la fuerte lluvia que se hacía presente en la ciudad.
Con velocidad corrió hacia su auto estacionado en la acera frente a la casa. Estaba asustado, terriblemente asustado. Entró en su automóvil y lo encendió lo más rápido que pudo, un si los nervios le hicieron tirar las llaves por accidente.
Bajo por sus llaves pero cuando subió de regreso, pudo notar aquella silueta negra frente a la casa de la cual había salido lo cual lo asustó aún más pues estaba cerca de ser atrapado. Era de aquel hombre que lo estaba persiguiendo.
Como pudo dejó el miedo de lado y encendió el automóvil, pisó el acelerador para poder escapar de aquel hombre que le perseguía y condujo durante unos minutos lo más lejos que podía hacerlo.
Hasta que el combustible en su automóvil comenzó a faltarle.
– ¡No, no, no. Mierda , mierda! - se quejó golpeando el volante desesperado en cuanto su camioneta comenzó a alentarse y apagarse.
Yang salió del automóvil y corrió hacia una cabina telefónica que estaba en el sitio donde su camioneta había decidido abandonarlo. Ingresó en ella y con las manos temblando marcó el 119, pero aquella máquina necesitaba efectivo para funcionar y él no poseía aquello.
Azotó el teléfono contra la cabina y comenzó a llorar de los nervios mientras maldecía al aire.
De pronto el sonido de un auto a toda velocidad tras de él se hizo presente. Jeongin sintió el miedo correr por sus venas cuando vio aquella camioneta blanca acercarse hacia él. Aunque la lluvia era cada vez más fuerte, estaba seguro que era la camioneta de quien le perseguía.
Con rapidez salió de la cabina telefónica y se inclinó hacia el camino no pavimentado del cual tomó en sus puños; montones de la tierra mojada y la colocó en su piel para que así el olor a fruto rojos que poseía se disfrazara. Corrió hacia los baños de la estación que se encontraban ahí y entró rápidamente, ubicó el último cubículo en el cual se apresuró en esconderse.
Jalo las mangas de su mojada sudadera hacía abajo, haciéndola bola en sus puños y dirigió a su boca para que el sonido de sus sollozos no delatara su escondite.
Con cuidado subió sobre el retrete para que así sus pies no se vieran. El olor de la tierra mojada ya disfrazaba su aroma dulce, si no fuera por su auto fuera, habría estado a salvo, creyendo que la persona fuera no lo encontraría.
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𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗦 | Hyunin
FanfictionYang Jeongin sufre un aparatoso accidente automovilístico causándole la pérdida parcial de la memoria junto a ello queda en estado vegetal durante un periodo de tres meses. Hwang Hyunjin es el esposo de Jeongin, se ha dedicado a cuidar del omega es...