𝑸𝒖𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐 𝑴𝒖𝒓𝒑𝒉𝒚.|Cillian Murphy |

8.Roxanne..

Bajo de su auto planchando con las manos el saco de lino que decoraban su cuerpo.

Y Abrió con delicadeza la puerta trasera para extraer un ramo de hermosas flores, blancas y rosadas.

Se preguntaba si era una buena idea lo que estaba apunto de hacer, Si sería bueno para Enith, pero otra parte muy en el fondo de el quería hacerle pasar por lo mismo.

Toco tan solo una vez,con eso basto para que abriera la puerta y se le arrojará a los brazos, aplastando con su cuerpo el ramo que traía pegado al pecho.

Una joven rubia le sonreía enternecida por tan bonito acto, jalo con un poco de fuerza a aquel hombre haciéndolo entrar a su casa.

Lo guió a la cocina donde estaba repleta de sutiles velas blancas, con algunos pétalos esparcidos por doquier.

lo invito a sentarse , Mientras ella caminaba rápidamente a la cocina para servirle un poco de aquella pasta que había comprado en un restaurante italiano muy cercano a su hogar, el cual tan solo habría vertido sobre aquel refractario, Haciéndolo pasar por un platillo suyo.

—Se ve delicioso Roxanne.—Sonreía.

—Gracias,Honestamente Murphy,Creía que no aceptaría mi propuesta.—Dijo mientras acomodaba su falda para sentarse en frente de aquel hombre.

—Era una bonita tarde—Expresó sin más.—Tiene una casa muy hermosa.

—Soy una mujer solitaria, Compre esta casa, pensando en tener una familia.—Sonrió y tomó un bocado.

Una tocesita nerviosa salio de entre los labios de aquel joven profesor.

—Bueno,bueno, Debe de tener algunos hombres detrás de usted, Es muy bonita.—Mentía pero de alguna forma tenía que hacer parecer que la incomodidad no le invadía.

—Sí,claro Cillian, La diferencia es que no son usted.

Trago saliva con más fuerza, La rubia le sirvo un poco más de vino tinto, Dejando entre ver el sostén de encaje rojizo que traía debajo de la blusa.

—¡Ah! Que gran sentido del humor tiene.—Rasco su nuca nervioso aquel pobre hombre.

La rubia camino rodeando la mesa para estar frente a su invitado.