𝑼𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒆𝒍 𝒉𝒊𝒍𝒐 - 𝑴𝒆𝒔𝒔𝒊 𝑿 𝑶𝒄𝒉𝒐𝒂

IV

°𝘚𝘦𝘯𝘵𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴°

¿Cómo puedes saber si tienes sentimientos hacia alguien? ¿Cual es la diferencia entre enamorarse y gustar?

¿Cómo puede saber si de verdad esta enamorado o solo es un simple gusto pasajero?

¿Y si el sentimiento va desapareciendo con el tiempo?

Las preguntas se generaban en su cabeza sin dejarlo dormir si quiera, en realidad no sabía por que pensaba eso, desde que se acostó, su mente empezó a preguntar e intentar buscar una respuesta.

Habían pasado muchos años desde la última vez que se enamoró y no recordaba como se sentía.

O quizá nunca lo estuvo en realidad.

De cualquier modo, por algún motivo estaba pensando mucho en eso ¿Que tal si estaba enamorado de alguien y no lo sabía? ¿Eso es posible?

Más preguntas se generaban causándole enojo.

Digamos que es así y el no lo sabe, ¿quien es la primera persona que se le viene a la mente?

Cerro los ojos y pensó en lo primero que se le vino a la mente, revelándose la imagen de su acompañante de hacía unas horas.

«¡No!» Pensó «Debe ser por que salimos hace rato, piensa más a fondo» Volvió a cerrar los ojos esta vez más fuerte, volviendo a pensar lo mismo.

Intentaba una y otra vez e imágenes de su acompañante de la salida de hace rato era lo primero que venía a su mente.

Ahora no podía dejar de pensar en el, quitándole sus horas de sueño.

«..¿Por qué tenía que ser el?» Preguntó en su mente una vez más, «De tantas personas, tenías que ser tú» Llevo sus manos a su cara para frotar sus ojos y después pasarlas por sus rizos algo enredados y revueltos.

Los dos eran de mundos algo diferentes, Messi era un futbolista famoso a nivel mundial, admirado por muchos y pudiendo tener el alfa que el quisiera.

Mientras el, era un torpe portero descuidado, odiado por más de la mitad de su afición y desgastando su talento con el paso del tiempo, o al menos eso pensaba el.

No veía razones para que el argentino se fijará en una persona como el.

—Mierda..— Maldijo Guillermo en un susurro. Agarro una almohada y la presionó sobre su cara, gritó minimizando el volumen por la presión mientras pataleaba haciendo retumbar el colchón de la cama.

—Bájale a tu volumen, wey— Regañó Guardado con un tono adormilado, se despertó por el sonido de la cama y por lo poco que se escuchaban de los gritos de su amigo —¿Qué tienes?—.

La habitación se inundo en un silencio por unos minutos.

—No estoy seguro en decirte— Murmuró aún con la almohada en su cara.

—Anda, no te preocupes, no te voy a juzgar ni nada de eso— Guardado se acomodó boca arriba, poniendo su brazo sobre sus ojos, aun seguía algo dormido.

De nuevo un silencio se hizo presente.

Ochoa removió la almohada de su cama y suspiró —..¿Cómo puedes saber si estas enamorado—.