Boludo no virgen

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Los movimientos de Rodrigo habían pasado de torpes, a seguros y directos, recostando al mayor en la cama mientras el beso se convertía cada vez más caliente, las lenguas jugaban entre sí, el menor parecía tener tanta experiencia que provocaba jadeos desde los labios de Lionel.

Nunca se le había pasado por la cabeza coger con el menor, si sabía que era uno de los más pegajosos de la selección, pero uno de los más problemas de romance, ahora ya no era Cami, ni Tini, sino él, Lionel Messi, a quien su respiración se agitaba ante el tacto de las manos ajenas bajo su ropa interior, lo estaba masturbando tan bien que seguro si seguía por un rato más se correría en su mano.

Rodrigo no entendía un carajo lo que estaba pasando, sin embargo no se negaba, la situación le sorprendía, pero era Messi, si, su ídolo, amigo, pero era como negarle un milagro a Dios, y eso sería una falta de respeto, nunca había tenido sexo con otros hombres, pero no era lo suficiente boludo para no saber que hacer.

Se inclinó para frotar mas su erección contra el redondo culo del mayor, mientras sus manos bajaban por la espalda ajena con lentitud para apretar los glúteos bien marcados con una buena proporción de carne, era como estar en el cielo, el cuerpo de ambos ardía, ante los roces, y choques parecían estar en el calor de la pasión en el mismísimo infierno. 

- Dios, dios 

— ¿Qué pasa? ¿querés más? — susurró el mediocampista contra los labios ajenos —

- Mierda, si..

El mayor asintió repetidas veces, por lo que el mediocampista introdujo sus manos en su ropa interior para sacar su miembro erecto entre las prendas, la respiración de ambos era agitada por la excitación junto a los apasionados besos entre mordidas que se propinaban. Sin esperar más, el menor comenzó a hundirse en la húmeda, y ya dilatada entrada, no lo hizo de una forma lenta pero tampoco descuidada, no quería lastimar a su amante. 

Su miembro se introdujo hasta la mitad que terminó de estar por completo luego de una embestida fuerte, que provocó un gemido tan fuerte que hasta los que estaban a tres habitaciones de distancia escucharían, su espalda se arqueó perfectamente, Rodrigo levantó la ropa superior del contrario para acariciar sus pezones con la yema de sus dedos, del cuerpo de Lio desprendía una fragancia que lo atontaba, lo hechizaba. 

Mediante las embestidas se hicieron presentes el cuerpo de Messi se amoldaba a la perfección, su piel tan suave y blanca como la de su torso era marcada por las manos tatuadas del menor, quien se acercó a besar el cuello ajeno entrando, y saliendo de la entrada, apretaba su miembro muy bien, era caliente, estrecho, hasta resbalaba de lo mojado que lo tenía. 

- Eso, garchame - gimió Lio apoyando sus manos sobre los hombros ajenos - Hijo de puta

El sonido explicito de sus cuerpos chocar entre sí solo los ponía más calientes, el mediocampista recorrió con sus manos el torso del mayor hasta tomar su cintura con firmeza, las embestidas fueron mas fuerza, clavando sus uñas en la espalda del menor, Lio no podía controlar los gemidos que se le escapaban de la boca, para los oídos de su amante era tan dulce y caliente el ambiente de la habitación, aunque no tenía nada de dulce, tal vez solo las caricias que se propinaban cuando podían. Messi se corrió manchando ambos vientres, su entrada se contrajo asfixiando el pene del menor, quien tuvo las intenciones de salir de su interior, pero el delantero lo detuvo apretándolo con las piernas.

- La puta madre..

Rodri inevitablemente soltó su semilla en el interior de su amante, apoyando ambas manos a cada lado de la cabeza ajena mientras suelta gemidos graves y cortos, no salió de su interior hasta que el líquido saliera por completo, casi al instante Lio cayó dormido, su cometido había funcionado, ahora solo quedaba descansar entre los fornidos brazos del mediocampista que sin darse cuenta se quedó más prendido que nunca con el mayor. 

______

El mediocampista se había recostado un buen rato junto al mayor luego del acto sexual, decidió dejarlo descansar para la cena, se lo veía agotado, así que en silencio dejó la habitación, para ir al comedor donde estaban sus compañeros, por suerte ninguno notó algo diferente, las marcas de los arañazos en su espalda estaban ocultos por la camiseta, de igual formas no se verían por los tatuajes.  

- Rodri, ¿viste a Leo? Es raro que no esté acá primero para comer

- Creo que estaba durmiendo - respondió colocando un trozo de comida en la boca - 

- Lo voy a buscar - respondió Dibu Martinez - 

No podía decirle que no, se encargó de limpiar bien al mayor mientras dormía, por lo que no notaría nada extraño, igual poco le importaba, antes que compañeros, todos son amigos, si alguna cosa así era descubierta por ellos, estaba seguro que no traería grandes problemas. 

Emiliano al llegar a la habitación del mayor golpeó la puerta pidiendo permiso para entrar, una voz dentro pronunció débilmente un "pasá", no podía mentir, el aroma del ambiente gritaba por todas partes sexo, ese olor tan identificable para él, tal vez su capitán hizo travesuras con su esposa, pero ¿en qué momento? no la vió entrar nunca al plantel de la AFA. Messi estaba sentado en el borde de su cama poniéndose la camiseta aún algo adormilado. 

- Estuviste garchando acá boludo 

- Pffft - Lio rió - 

- Dale vamos a comer. 

El capitán lo siguió con una expresión de dolor al levantarse, capaz le dolían las piernas por el entrenamiento, eso pensó el portero. Mientras que el mayor de ambos solo intentaba recordar con claridad lo que sucedió, su conciencia fue aplastada por completo, solo recordaba algunas partes del momento, como gemía, las penetraciones, las caricias, sus manos, pero el rostro de aquella persona era borroso, claramente era alguien de la selección, pero ¿quién? 

Cuando llegaron al comedor miró a cada uno de sus compañeros quienes le sonrieron, algunos ya empezaron a joderlo por su estado, el culo le dolía un poco, sus energías fueron consumidas casi por completo, tanto que parecía medio dormido. De ésta forma su lista de amantes comenzaría.

Mi lista de amantes (Messi harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora