Capítulo 1: Dos novedades

6 1 3
                                    

El mes de agosto de 2022 acababa de llegar, y David Martínez, conocido por sus amigos en Brawl Stars como "Fénix", se disponía a llamar a su mejor amigo, Juan Jiménez, por teléfono, cuando sonó el timbre. Para sorpresa de David, y como coincidencia, la persona que había llamado al timbre resultó ser Juan.

El muchacho de dieciséis años dejó entrar en su casa a su mejor amigo de diecisiete, y una vez lo hizo, comenzaron la conversación como cualquier otra, preguntándose qué tal les iba y demás, pues ya llevaban un par de semanas sin quedar.

Y en esas dos semanas, David tenía dos novedades que comentarle a Juan, principalmente.

La primera, y más importante, era que iba a mudarse.

-¿Cómo que vas a mudarte? - parpadeó el adolescente -. ¿Por qué?

-Han cerrado la empresa en la que trabajaba mi padre, mi madre se está quedando sin ahorros y mi hermana apenas ha terminado los estudios. No hay nada que nos mantenga en este chalé - le explicó David a su mejor amigo -, y mis padres tienen un par de contactos por Moguer. En un principio, pensábamos irnos a Gavilanes, con mis primos y otros familiares, pero en ese pueblo de mierda no hay ninguna casa en venta, ni espacio en ninguna otra para nosotros cuatro.

>>Así que mis padres han tirado de sus contactos en Andalucía, y hay una pareja, que son viejos amigos de mi madre de la Facultad, que venden una casa en Moguer.

-Pero, este sitio, Moguer, ¿es una ciudad o un pueblo? - preguntó Juan, curioso.

-Es una ciudad. Quiero decir, San Martín apenas tiene 8000 habitantes, y Moguer tiene cosa de 22000. En extensión territorial también le gana - dijo David -, sé lo que vas a preguntarme - se le adelantó el joven -, y me voy dentro de un mes. Una vez terminen las Fiestas Patronales dejaremos esta casa.

-Te voy a echar mucho de menos, cabrón - le apoyó la mano sobre el hombro Juan, quien se había sentado a su lado en el sofá del salón de su amigo, pues se encontraban los dos solos ahí, habiéndose encaminado a dicha sala mientras se saludaban una vez David dejó pasar a Juan, y dicho salón estaba prácticamente pegado a la entrada del chalé. La madre y la hermana de David se encontraban en otra sala más pequeña viendo la televisión, mientras el padre de David estaba en el piso de arriba.

-Lo sé, pero tranqui, por WhatsApp nos seguiremos manteniendo en contacto - aseguró el viejo amigo de Juan -, y en algunas vacaciones visitaremos a mis primos de Gavilanes, y teniendo en cuenta que no está tan lejos de San Martín, aprovecharé para visitar el pueblo.

Juan se encontraba pensativo. Sabía que no iba a ser lo mismo su estancia en San Martín, con su mejor amigo, con quien más solía relacionarse, marchándose a otra comunidad autónoma. Pero por lo que David le decía, no había más remedio.

Por su lado, David tampoco tenía ganas de irse. Apenas iban a comenzar el nuevo curso, y le habría gustado hacer el grado de Electricidad en San Martín, junto a su amigo y otros viejos conocidos. Pero las circunstancias eran las circunstancias.

Llevaban ya varios minutos charlando, y visualizando los años venideros, cuando David se acordó de que no le había comentado otra novedad a Juan.

-Te escucho - prestó atención Juan, quien después del anuncio de la mudanza pensaba que ya podía venirse cualquier cosa. 

-He conocido a una pava hace unas semanas. No te comenté nada porque pensé que sería la típica pesada. Se llama Yamira, y es la amiga de un chaval que conozco de Huelva, que juega Brawl Stars y que me comentó que es un poco pesada. La chavala es muy criminal, juega Roblox, Free Fire, y muchas otras mierdas de móvil.

-Parece ser tu tipo - comentó sarcásticamente Juan, sonriendo. 

-Bueno, pues resulta, y me he enterado hace un par de días, que esta tía es de Moguer - dijo David, y Juan puso la cara de asombro que David imaginó que pondría. Hasta el propio David reveló su asombro, pues a pesar de que ya había tenido horas para asimilarlo, seguía asombrándole -. Y me enteré de eso antes de ayer, y ayer fue cuando mi madre me anunció que nos íbamos a vivir a Moguer - empezó a reír un asombrado David, mientras Juan también soltaba una pequeña carcajada pasmado -. Entonces imagínate la cara de tonto que se me puso.

-Yo flipo - rio Juan -, el destino, Deivid, el destino.

-Sí tío - rio también David -, el destino me quiere puto muerto. A saber lo que me voy a encontrar ahí con una tía tan criminal.

-Oye, a lo mejor resulta ser simpática y todo - se encogió de hombros Juan -, al fin y al cabo, solo la conoces de hace un par de semanas.

-No sé, eh... - negó David, con la duda sembrada en su mirada -, pero bueno, ya te iré comentando.

-Pero, ¿tú ya sabías que tus padres estaban buscando otro sitio para vivir y no me dijiste nada? - estuvo a punto de reprocharle Juan.

-No, no - negó David -, y eso es lo que más chocó, sin contar lo de Moguer. Que mi madre me confesó que llevaban ya unos días buscando sitio y no me lo reveló hasta que lo de Moguer ya estaba asegurado.

-Joe... Menudo culebrón me acabas de contar en tan solo unos minutos - flipó, de nuevo, Juan. 

Fénix & CherrygirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora