Tu sonrisa cautivadora.

1.4K 87 7
                                        

-mami, yo quiero hacer lo mismo que mis hermanos -le dijiste a tu madre mientras observabas cómo tus tres hermanos mayores hacían equitación.

-eso no podrá ser por que eres una mujer cariño, nuestro lugar solo es al lado de nuestro esposo, la cocina y cuidar a nuestros hijos -beso tu mejilla.

-no le digas esas cosas a nuestra hija Aurora -tu padre se acercó a tu madre y te tomo en brazos. -claro que puedes hacer eso cariño, pero aún estás muy pequeña para subir a un caballo, espera un poco de tiempo más y yo mismo te mostraré cómo se hace -el beso tu frente.

-te lo agradezco papá -lo abrazaste fuertemente.

Aquí fue donde a tus 6 años te diste cuenta que tu madre y tú padre tenían diferentes formas de pensar pero eso no era impedimento para que se amaran mutuamente, los problemas entre ellos comenzaron a aparecer en cuanto tú ibas creciendo, tu intentabas cosas que según tu madre solo hacen los hombres pero tú padre te daba total libertad sobre eso.

Tus hermanos eran muy consentidores contigo y siempre hacían lo posible por qué no escucharás las peleas entre ellos pero era inevitable que no lo hicieras, cuando cumpliste 8 años tu hermano mayor se suicidio frente a tus ojos, no soporto más el tener que cargar con el título de líder del clan y al no saber cómo liberarse de eso que le causaba ansiedad no encontró otra salida más que suicidarse.

Cuando cumpliste 10 años tu hermano 8 años mayor que tu comenzó a tener peleas constantes con tu padre al no querer hacerse cargo del clan, llegó al punto de que se fugara y no saber más de el.

Cuando entraste a secundaria tu hermano que era el único que estaba contigo y tu familia, comenzó a hacerce cargo solo por ti, no quería que siguieras viviendo tantas cosas que no eran apropiadas para tu edad, aunque ya era demasiado tarde.

Comenzaste a madurar desde muy pequeña y eras más inteligente que el resto de los niños de tu edad, incluso los maestros que te daban clases particulares te elogiaban diciendo que eras muy inteligente y que en un futuro llegarás a ser alguien muy grande en cuestión de una profesión.

Cuando pasaste a preparatoria en primer grado, era invierno tu te encontrabas caminando por las calles, no sabías en donde estabas solo sabías que te habías escapado de casa para dejar de escuchar pelear a tus padres, caminabas mirando el suelo solo ibas metida en tus pensamientos, pero de repente sentiste que alguien choco contigo y ambos calleron al suelo.

-ay mi cabeza -se quejo el chico.

-ten más cuidado -dijiste con molestia mientras te enderezabas.

-oh lo siento mucho señorita no fue mi intención -el chico pelinegro con una cicatriz en la cara te miro con vergüenza.

-no importa -te levantaste y ofreciste tu mano para ayudarlo a el.

-te lo agradezco y otra vez te pido perdón -hizo una reverencia.

-no hay de que, ¿Cual es tu nombre? -lo miraste con curiosidad buscando una respuesta.

-me llamo Kakucho Hitto un placer conocerla señorita... -espero a qué dijeras tu nombre.

-Alice, el placer es mío -le sonreíste. -y dime Kakucho, podrías decirme en donde puedo conseguir un taxi -sacudiste tu ropa que aún tenía un poco de nieve.

-claro, sígueme por favor -comenzo a caminar hasta llegar a una parada de taxis.

Mientras esperaban comenzaron a hablar y preguntarse cosas para conocerse mejor, media hora paso y por fin llegó un taxi al cual subiste, antes de irte le agradeciste al chico.

El viaje hacia tu hogar estuvo muy tranquilo pensaste que cuando llegarás las cosas se pondrían feas por qué comenzarían las peleas con tu madre por haber salido sin permiso y sin tu guardaespaldas. Lo que era seguro es que tú guardaespaldas de quedaría sin trabajo como los últimos cinco.

𝐿𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora