El brazalete de Zafiros.

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-Bernard baja el arma -trataste de acercarte a el.

-no eres nadie para decirme que hacer -cargo el arma.

-¡Ber soy yo! -te alteraste cuando apunto directo a tu cabeza.

-¿Que?... -se sorprendió cuando lo llamaste así. -¿Ali?.

-si, soy yo -te acercaste a el cuando bajo el arma.

-Ali... -sus ojos se humedecieron. -no sabes lo mucho que te extrañe -se acercó a ti y te abrazo.

-yo también te extrañe demasiado -comenzaste a llorar al igual que el.

Sentiste una gran calidez con ese abrazo, estabas muy feliz de estar abrazando a tu hermano mayor, esto parecía irreal pensaste que era sueño.

-desde un principio lo supuse, tus ojos son únicos -beso tu frente.

-hermano, ¿Por qué te metiste en esto?, ¡estás consciente de que te tengo que arrestar! -te separaste de el.

-asi que eras tú esa agente infiltrada -se río y limpio sus lágrimas. -siempre supe que tenías talento, no me importa ser arrestado, al menos se que irás a visitarme en la cárcel.

-¡Claro que iré!, pero me duele tener que hacerlo -limpiaste tus lágrimas con un pequeño pañuelo.

-no te preocupes Ali, estás haciendo tu trabajo y es lo correcto -se acercó a ti y beso de nuevo tu frente.

-señor ¿Esta todo bien? -uno de los guardaespaldas camino hacia la habitación.

-¡MMMM! ¡MMMM! -Kyoko se quejo.

Bernard lo golpeó haciendo que perdiera la conciencia, camino hacia afuera de la habitación y se acercó al hombre.

-si, está todo bien, vete -lo miro con seriedad.

El hombre se fue y el regreso a la habitación.

-¿Que harás? -cerro la puerta y tomo asiento en la cama.

-ya e dado la señal para que entren al lugar -te quitaste los aretes.

-bien -acaricio tu cabello.

Se comenzo a escuchar estruendo de el otro lado, los agentes ya estaban comenzando a entrar.

Mientras tanto en otro lado...

Kakucho condujo hasta el orfanato en el que solía estar, al llegar estacionó el auto y camino hacia la entrada, eran las 11 de la noche pero no podía esperar otro día más.

-¿Quién es? -una mujer de la tercera edad asomo un poco su cara por la puerta.

-hola señora Yuna me alegro mucho de verla de nuevo -Kakucho sonrió alegremente.

Yuna es la mujer que crío a Kakucho e Izana, actualmente todavía es nana de los pequeños del orfanato.

-oh dios mios, Kakucho ¿Que haces afuera con este frío? -quito la cadena de la puerta y lo dejo entrar.

-lamento aparecer por aquí a esta hora de la noche -entro junto a la mujer.

-no te preocupes puedes venir siempre que lo desees -cerro la puerta. -pero que te trae por aquí a estas horas de la noche.

Ambos caminaron hacia la cocina.

-bueno, quería preguntarle si el día en qué llegue al orfanato no llevaba conmigo un brazalete con gemas azules -tomo asiento.

-un brazalete... -acero una taza de té a Kakucho. -si, recuerdo que llegaste con ese brazalete pero después te lo quitaste y dijiste que eran cosas de niña, pensé que era algo importante y eventualmente recordaras su significado entonces lo guarde.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2023 ⏰

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𝐿𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑜𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora