El día que nos entendamos *Argerú*

Noche buena

Era víspera de Navidad y varios países se reunían para pasar tiempo en familia, dar regalos y confraternizar. En esta ocasión varios países andinos habían decidido que pasarían tiempo entre ellos y se reunirían con el resto de latinoamericanos en la celebración de año nuevo.

Se encontraban en la sala de una casa que había sido habilitada para ellos por el gobierno peruano, habían decidido que ese año la cena se realizaría en el territorio del bicolor ya que él tenía prohibido salir a causa de su inestabilidad política y también porque tenía el territorio más intermedio luego de que Ecuador y Colombia se negaran a hacer las gestiones para hospedar a todos en su territorio.

- Oigan, a mi chocolate le cayó un poco de queso -ese fue México, observando su taza con nerviosismo, él era un país invitado y esta su primera vez pasando fiestas con la familia de su enamorado.
- ¡Te dije que no le echarás esa vaina que no a todos les iba a gustar mamahuevo! -un país de 8 estrellas se expresó airoso contra su hermano gemelo-
- Y yo te dije que no me importa; si yo cocino, yo decido –Colombia se expresaba visiblemente molesto–.

Él y Venezuela se habían levantado muy temprano en la mañana ya que se les informó que tenian la tarea de preparar el desayuno navideño en el último minuto.

Colombia opinaba que se llevaron la peor parte ya que su hermano político Ecuador fue el encargado de organizar las actividades y tareas de cada uno de los presentes pero no los añadió al chat grupal a tiempo y por esa razón tuvieron que tomar las tareas que nadie quería.

- Ya te pedí disculpas Coco, además yo no tengo la culpa de que no estuvieras aquí antes, todos decidieron lo que harían en el almuerzo de ayer... En el que no estuviste –lo miro fingiendo reproche, mientras sorbia un poco de café–.
- ¡Pero yo no tengo la culpa de haber tenido que trabajar! Además somos los que viven más lejos y llegamos más tarde anoche ¿Que clase de organizador no toma en cuenta eso, ah?

Todos los países presentes se habían reunido por compromiso social, ya sea porque mantenían lazos fraternos con otro (como el caso de Colombia y Venezuela siendo hermanos políticos de Ecuador) o por estar emparentados de alguna forma con alguno de los invitados (como es el caso de México y Chile que mantenían una relación sentimental).

Dicho sea de paso, no todos los países con relaciones fraternales estaban presentes, al ser una familia numerosa era habitual que algunos prefieran pasar las fiestas con otros grupos sanguíneos con los que tuvieran más relación, como era el caso de Argentina que solía pasar estas fechas con su madre Italia, en Europa, o México que a pesar de tener lazos sanguíneos con países sudamericanos en realidad no había crecido con ellos por lo que las fiestas las pasaba en casa de EUA, Guatemala o algún otro país centroamericano.

La mayoría de invitados habían llegado el día anterior pero durante el día iban a llegar algunos más, ya sea porque vivían lejos o tenían otros compromisos pendientes. Como representantes de distintas naciones a menudo tenían que cumplir con todo tipo de reuniones, no contaban con horarios laborales establecidos y las diferencias horarias también complicaban la movilización.

- Eso me recuerda –mencionó Ecuador, este año se había ofrecido para organizar a los invitados pero si le preguntaban diría que solo estaba haciendole un favor a Perú– este año hemos invitado a España, sé que algunos tienen problemas no resueltos con él pero traten de recordar que él nos cuido cuando éramos pequeños así que deberíamos tratar de estar bien...

- Virgen santísima ¡No! –México no tardó en expresar su descontento– No no no... –su novio que estaba sentado a su lado tomó su mano así que se tardó un instante para sujetar esa mano con cariño y respirar un poco antes de hablar, su pareja ya le había mencionado el como solía exaltarse demasiado en sus reuniones con los otros latinos y como eso hacia que algunos no lo tomarán en serio, se molestarán con él o de plano fingieran seguirle el juego pero con la intención de verlo explotar– ... Agradezco que me invitarán, de verdad estoy feliz de pasar tiempo con mi pareja y su familia pero tendrían que haberme advertido que vendría el innombrable, de saber que tendría que ver la cara de España habría preferido pasar otro año con los gringos o hubiera acompañado a Guatemala a la cena en el caribe...

- México vamos, Chile me contó que planebas pasar solo la noche buena porque decías que estabas cansado de lidiar con tus hermanos del norte todo el año... –el que habló fue el país anfitrión, Perú, no solía pensar mucho en la repercusión de sus palabras y le gustaba dar la contra a su primo tricolor, o en realidad, a cualquiera que expresara abiertamente sus pensamientos– Además solo es la cena y el viejo suele dormirse temprano porque le afecta el cambio de horario, no te angusties.

- A mi no me importa pero no me pidan más nada que estoy asado ¡Y mañana volveré a hacer el chocolate como a mí me gusta! –Se cruzó de brazos el país colombiano, ignorando las miradas del resto de presentes que prefirieron aceptar silenciosamente–

La verdad era que ninguno hubiera querido levantarse temprano para hacer el desayuno y comprendían su molestía.

México resopló en su lugar, dejándose consolar por su pareja y sonriendo ante las bromas molestas que les lanzaban algunos países al verlos tan acaramelados.
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