Yo sola, contra L.A. ||Willyrex y tu|| Fanfic.

Mi primera cita...

Lista, ¡por fin! Desde las 5:30 he empezado a "arreglarme", creo que he tardado de más por los nervios, por que nunca había tenido una cita, he salido con mis amigos y tal, pero nunca sola con un chico, y menos con uno que en particular me pusiera los nervios de punta.

Son las 7:55 p.m y entonces cierro el cerrojo de mi apartamento. Me dirijo hacia el ascensor, lista, decidida... y nerviosa. Me acerco y veo a Guille charlando con... ¿Sam? Bueno, creo que después de todo los vecinos de por aqui sí que se llevan bien.

—Hola, ____. —Dice Sam, dándome dos veces en las mejillas.

—Hola, Sam. Hace un buen rato que nos tropezabamos juntos. —Digo en tono burlón, causandonos risas a los dos.

Mientras tanto Guille nos mira desconcertado.

—¡Oh!, disculpa. Nos los presenté. Sam, el es Guille, vive en algún apartamento del edificio. Y Guille, el es Sam, vive justo aqui.—Digo señalando con la mano la puerta de Sam. Cuando de pronto, los dos explotan a carcajadas. ¿Que leches?

—¿Que es lo gracioso?—Pregunto.

—¿En serio no lo sabes, ____? —Dice Sam.

—Nosotros dos vivimos juntos, en el mismo piso. Somos compañeros, ¿a que si, Veg... Samuel?

Sam, asiente con la cabeza.

—Bueno, pues no tenía ni la menor idea. Esta vez me han sorprendido.—Digo entre risas.

—Jajajaja, bueno, creo que debemos de irnos, ya son las 8 más cuarto, y creo que no llegamos a la función, vamos _____.

—Ya me había olvidado, jajaja. Pues si, tienes razón. ¿Vienes con nosotros Sam? —Pregunto.

—No. No, gracias ____. Tengo que ir a grabar algunas cosas. Nos vemos luego _____, adiós Willy.—Se despide de mi y de mi acompañante.

Entramos en el acensor y bajamos.

—Con que "Willy", ¿eh? —Digo.

—Si, asi nos llamamos. Bueno, yo soy Willy, y el Vegetta. Esos son nuestros motes.

—Que guay. —Me tiento a preguntar por qué, pero justo antes de hacerlo, se detiene el ascensor.

Bajamos y nos dirijimos al cinema.

Ya adentro, seleccionamos la película y tenemos una batalla campal sobre quien es el que pagará los boletos y las chucherías.

—Guille, por favor. Dejame pagar.—Digo un tanto irritada.

—Claro que no, ____. Yo invito.

—Okay, okay. Tengo una idea. ¿que tal un juego? ¿un "piedra, papel o tijera"? Quien pierda, paga lo mas caro, osea los boletos. Y quien gane, las chucherías. ¿Te vale, señor "yo invito"?

—Me vale, señorita cabezota.

Dos minutos después, gana Guille dos de tres. Me toca pagar los boletos. Valió la pena. Además, no dejaría que él solo pagase todo, no.

—¿Palomitas o gominolas? —Me pregunta.

—Las dos.—Digo riendo. Las gomitas sin azúcar, por favor. Y las palomita con muuuuucha salsa. —Digo alargando la "u".

Ya en la sala, encontramos los asientos perfectos, cerca, pero no tanto. Ideales para ver la pantalla completa.

—Toma, palomitas con extra-picante. Y gominolas sin azúcar. —Me extinde su mano para darme las cosas.

—Gracias. ¿que te has comprado tú?—Pregunto.

—Unas palomitas con mantequilla, y una coca-cola. Por cierto, no te compré bebida, lo siento. No sabía cual sabor era tu preferido.—Dice disculpándose.

—No te preocupes. Ah, y es el clásico. Coca-cola de toda la vida. —Digo acomodandome en mi asiento.

—Al parecer compartiremos la mía, jajaja. —Ríe, con su risa única e inconfundible.

—No es necesario. Que pena contigo. —Me sonrojo.

Empieza la película y en dos horas no es nada más que sustos, palomitas en el aire, gomitas por el piso, y una coca-cola siendo compartida por dos. Maldita la hora en que le insistí a Guille elegir la película de miedo, ¡que horror!