Selva (Pausada)

Introducción

Selva Amazónica, Brasil (2019)

Selva

Hace once años..perdí a mis padres en una balacera y todo por haberme alejado de ellos. Aún los recuerdo, y la angustia cada día me carcome más al hacerlo. Siento las lagrimas de mi madre recorrer mi mejilla, y el crujir de dientes de mi padre al sentir las balas perforar su piel. Y todo por protegerme..por cuidarme, formaron un escudo humano alrededor de mi para cubrirme de las balas.

Una vida sin ellos, no es una vida que valga la pena continuar. Mi familia me daban todos los motivos habidos y por haber de seguir hacia adelante. Me hacían sentir feliz con sus acciones de cariño y afecto. Quien lo diría. Hay cosas que se crearon para cumplir un propósito en este mundo, dicho ejemplo de esas cosas fueron ellos..y Carla..una gran amiga de mi mamá, al oír lo que ocurrió, decidió llevarme con ella a la base en Colombia, me adoptó y juro protegerme y cuidarme. Llevo siete años viviendo con ella desde lo ocurrido y cada día me siento más fuerte y capaz de todo..pero no es suficiente.

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Respira hondo Selva, cabeza derecha, espalda recta como daga a su blanco. Palabras sabias de un hombre sabio "mi padre".

Enfoco el visor de la SW-10, apuntándolo a la ventana de Pablo Mercado Elíseo. Un narcotraficante con siete puntos de drogas en Brasil. No le basta su venta de sustancias ilícitas, también colabora en la trata de blancas y venta de órganos infantiles. Este hombre a hecho desaparecer a 10 niños en menos de un mes. Solo por sus intestinos..me da repudió. Solo lo veo cómo está desplomado en la silla del despacho mientras una de sus empleadas masajea sus hombros. Ajusto mi arma a mi pecho y dirijo mi dedo al gatillo.
La sirvienta acaba y sale del despacho, mientras Pablo se queda en su silla.

— Permiso para ejecutar, Capitán.

Típica Selva, tan impaciente por terminar la misión pero tan paciente por dejarle sus últimos 10 segundos de vida.

— Permiso accedido, Cruz.

Bingo.

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Ya en la central en Búzio, decido ir al edificio del ala oeste encaminándome al área de las duchas. No soporto el olor a sangre, sudor y tierra húmeda. Llevo 5 horas en esa maldita misión, para solo acabar con la vida de un líder, de los tantos que faltan. Tomo la toalla que me entrega la mujer de acceso a las duchas, estampo mi identificación en uno de los cuartos de baños.

Pierdo todo mi conocimiento al sentir las gotas tibias que van tornándose calientes en mi piel. Agarró el champú y restriego mi melena, quitando la tierra que de quedó pegada a ella. Siento como se va tornando la espuma en el cabello y decido a enjuagarme, destilando el olor a menta y limón que produce mi cuero cabelludo.

Ya esto se vuelve rutina empiezo/termino mi misión. Viajo a una base me ducho, y cambio. Para luego ser transferida a mi base principal en Colombia.

Me colocó una camisilla color negro los típicos pantalones caqui y una botas del mismo color que la camisilla. Peino mi cabello, para luego tomar la ropa sucia y tirarla a un contenedor, ya que está no sirve de tanta sangre que carga. Camino a mi dormitorio hasta que un grito me congela en mi andar..