Los primeros días de junio trajeron consigo el inicio de la primavera. Los árboles comenzaban a pintarse de extraordinarios e intensos colores, que parecían darle vida a la alejada ciudad de Makenssy, en el norte de Irlanda. El clima todavía estaba frio, pero poco a poco se volvía soportable. Los inmensos parques estaban abarrotados de familias que tomaban las tardes para compartir tiempo de calidad entre ellos, y niños corriendo y gritando por todo el lugar les daban un toque magistral a las tardes de renacimiento.
Daniel y Ángel, quienes se habían convertido en los mejores amigos, se encontraban sentados en la terraza de Kendall's, la cafetería que se había convertido en el lugar favorito de ambos. Cada día, al llegar, el dueño los recibía con entusiasmo, y, con una emoción que parecía no menguar, les preparaba su acostumbrado cappuccino y sus galletas de miel. El asiento de la esquina de la terraza, desde donde se podía apreciar una vista espléndida del parque, parecía siempre estar reservado para ellos, ya que en los últimos meses nunca vieron a nadie ahí.
Stephen Kendall, quien era el propietario del lugar tras heredarlo de su padre, quien a su vez lo heredó de su padre, ya conocía el horario de la visita de los dos jóvenes extranjeros que llegaban puntuales a su local, y se apuraba por avanzar todo lo pendiente para cuando llegaran poder brindarles el mejor servicio y con la mayor calidad. Les había propuesto atenderlos gratis, pero los jóvenes se negaron rotundamente, así que, decidió que la única manera de mostrarles su infinito agradecimiento era servirles de la mejor manera.
Gracias a esos jóvenes extranjeros, Stephen conoció a Jesús y fue liberado de dieciocho años de adicción a la nicotina y los juegos clandestino. Esos malos hábitos le habían costado su salud, su matrimonio, y estaba a punto de arrebatarle su negocio, el mismo que sus antepasados habían preservado por generaciones.
Una noche, luego de llegar a casa y encontrar una carta en su correspondencia donde le avisaban que, si no pagaba la deuda que tenía acumulada por no pagar los impuestos de su negocio, ya que se gastaba todo el dinero en los juegos clandestinos, seria desalojado de su local, el mismo que había estado funcionando por alrededor de treinta y ocho años. Ese día salió a la calle desesperado, decidido a acabar con su vida, pues hacía meses había perdido a su esposa, el derecho a la custodia de sus dos hijos y lo único que le quedaba, estaba a punto de serle arrebatado.
Luego de sentarse en un bar e ingerir dos botellas de Wisky, arrastró su cuerpo como pudo y llego hasta el puente Marlott, de donde planeaba lanzarse, sabiendo que, debido a la altura de este, no existía posibilidad de quedar con vida. Ya había cruzado la línea de seguridad, y miró hacia abajo mientras sus temblorosas manos se aferraban a la barandilla. Un trago en seco hizo que su garganta doliera. La altura le asustó un poco, pero le tranquilizó saber que ni siquiera sentiría la caída, con certeza moriría de inmediato. Respiró profundo, cerró los ojos y se soltó, listo para emprender su viaje a donde sea que van a parar las almas perdidas después de la muerte. Solo que para su sorpresa... no cayó. Unas fuertes manos le sujetaron y lo sostuvieron con fuerza contra la barandilla. Intentó luchar para zafarse, pero no tuvo éxito, esas manos, sean de quien sean, estaban decididas a no dejarlo caer. Se giró para encarar a los ojos el causante de su fracaso, y se sorprendió al visualizar a un joven castaño, de unos veinte y tantos, con cabello desordenado y mirada penetrante, mirarlo a los ojos y pronunciar "No ganaras está batalla, Satanás, esta alma no te pertenece".
No recuerda mucho lo que aconteció después, solo que al día siguiente abrió los ojos en un lugar que no era su apartamento de soltero. El apartamento no era grande, pero estaba muy ordenado y bien cuidado. A su lado había otra cama y los estantes estaban llenos de libros, de los cuales solo logró identificar uno: la Biblia.
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Justo a Tiempo Lbr #2
EspiritualEsta es la continuación de la novela JUSTO A TIEMPO. Si aun no la has leído, no pierdas tiempo y veee!!!! Será de bendición. Si ya la leíste, bienvenido/a, espero que esta también te atrape