Capitulo 2

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Despedidas y una nueva vida.

Megan.

Abro los ojos en mi cama cuando escucho la horrorosa campanita de la hermana Teresa, el sonido tortura mis oídos obligándome a mi misma a levantarme.

– Niñas – vuelve agitar la campanita y tapo mi cabeza con la almohada – es hora de desayunar, arriba.

Destapa a Kathleen quien se frota los ojos con las manos y su pelo rojo  despeinado. Bosteza somnolienta antes de sonreírme con los ojos achinados. Las demás se levantan de mala gana al igual que yo, todas ahora mismo tenemos un nido de pájaros en la cabeza. El dormitorio de chicas abarca unas 60 camas en total, ocupadas desde niñas de 6 años hasta chicas de 17. Varias de nosotras solemos ayudar con las más pequeñas.

Entramos al gran baño que compartimos todas donde nos aseamos para bajar a desayunar, mis amigas se cepillan los dientes al lado mío mientras yo hago lo mismo.

–¿Dónde os metisteis ayer? – pregunta Kath mirándonos con la boca llena de pasta de dientes.

Cass retira el cepillo dental de su boca.

–¿Cómo dices? — Contesta con una mueca confusa.

– ¿Ayer? – arrugo las cejas extrañada, ayer me fui a dormir temprano.

–Desperté cerca de las doce aproximadamente y ninguna de las dos estabais en vuestras camas. – explica sin darle mucha importancia, ella ha formado parte de nuestras escapadas nocturnas muchas veces, pero ayer no salimos... ¿No?

Nos estará gastando una broma seguramente.

Bufo.

–La broma no tiene gracia Kath – niego mirándola comenzando a reír con nerviosismo.

–Eso, – secunda Cass riendo – ayer no salimos Katy.

Es una de sus maneras amigables de llamarla.

–Pero os lo juro chicas, no estoy bromeando – Susurra intentando que nadie la escuche – ayer no estabais en nuestra habitación...

Lo dice con tanta seriedad que llego a creerlo, miro instantáneamente a Cass que parece estar igual de perdida que yo. ¿Seremos sonámbulas?

–Seguro que se fueron de fiesta con algunos chicos y luego se acostaron con ellos como las fulanas que son. – escupe Clarisse con malicia cuando pasa por nuestro lado, metiéndose en nuestra conversación como la metiche que es.

–No estamos hablando contigo – recrimina Cass molesta.

Bajamos al comedor y ya han empezado a desayunar, varias hermanas sirven los platos y algunas chicas van a recoger las jarras de agua que sirven en las mesas, hay algunos niños pequeños llorando.

–¡Deja de llorar! – le da con la palma en sus manitos a uno de ellos.

La hermana Petra siempre ha sido así de bruja, recuerdo que de pequeña alguna vez también lo hizo conmigo.

Me acerco hacia ellos y me agacho frente al niño abrazando su cabecita.

–No hace falta que lo golpeé de esa manera Hermana– hablo mirándola y ella me observa con irritación y las manos en las caderas– ¿Estás bien Erick? – Pregunto al pequeño quien se sorbe los mocos con lágrimas en las mejillas, limpio su carita con la manga de mi camisón sentándolo en la silla.

– No seas entrometida, Megan – advierte agarrándome del brazo – siéntate a desayunar antes de que te quite el plato.

–¡No tiene ningún derecho a tratarlos así! – alega Kath mientras Cass no deja de acribillar a la religiosa con la mirada.

Lazos de sangre +18 (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora