Extra

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Al día siguiente Hanako se puso manos a la obra.

Ese día iba a ser eclipse, por lo que la luna se tornaría roja. Que el día anterior haya dicho algo tan vergonzoso y haya fallado no cambiaba sus planes de invitarla.

«Aunque habría querido invitarla ayer...» piensa mientras se mece sobre sus pies y su cara se forma en muecas raras.

Toma aire y luego de suspirar se da ánimo.

—¿Hanako-kun?

Él deja de ver hacia el suelo y sonriente mira hacia la chica que recién llegaba.

—Hola.

—¿Q-, Qué haces? ¿Sabías que vendría?

—Aposté por ello —dice para luego sonreír.

Se habían encontrado en una pequeña tienda lejana a sus casas, lugar donde Nene una vez le contó era el sitio al que huía cuando entraba en conflicto por alguna cosa. Por eso apostó por que ella iría tras la declaración seria de su parte la noche anterior.

La joven de pelo crema apretó sus manos sudorosas en puños, luego de sonreír nerviosamente.

—E-, Entiendo... compraré y me iré.

—Oye.

Ella detiene su caminar inestable y vuelve a verlo.

—¿Podemos vernos esta noche? Hay eclipse penumbral y-

—¡Sí! Claro, claro. ¿Mismo lugar? Bien, entiendo.

Ella se despidió y rápidamente entró a la tienda.

Hanako quedó fijo en su sitio, pensando en qué decir cuando ella saliera.

—¡En la azotea! ¿¡Nueve!? ¡Sí!

—Pero-

Ella salió corriendo, dejándolo ahí, solo.

Solo suspiró y sonrió.

—Eso... estuvo... ¿Bien?

[ • • • ]

—No veo ningún eclipse.

Sentada en el mismo asiento que la noche anterior, ella estaba notablemente lejana a él, cosa que ponía un poco nervioso a Hanako.

—Es un eclipse penumbral.

—¿Qué es eso? —preguntó con interés.

Hanako se sentó frente a ella y levantó su dedo índice, el medio y el anular, luego los bajó para que ella los viese desde arriba.

—En los eclipses lunares pueden pasar dos cosas, que la lunapase por la penumbra... —Alza su dedo índice y el anular—, o que pase por la sombra de la tierra. —Alza su dedo medio—. Cuando pasa por la penumbra no se nota mucho, cuando pasa por la sombra es cuando ocurre la luna roja.

Con cierta fascinación, Nene asiente mientras asimila el nuevo conocimiento astronómico que aprendió.

—Un eclipse penumbral no suele ser muy distinto a una luna no eclipsada, así que no suele apreciarse fácilmente.

—Entiendo.

Un lapsus de silencio ocurrió hasta que Hanako toma el valor de volver a hablar, con el objetivo de tocar cierto tema que dejaron el día anterior.

—Esto, sobre lo de ayer... —empezó a hablar, pero al notar como ella, con cierta timidez tomó sus manos; calló.

Bien decían que una imagen dice más que mil palabras, y una acción diría más que un millón.

Étoile - HanaNeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora