Supervivencia™ [Shuntaro Chisiya]

Capítulo 08

«Las heridas son el lugar por donde la luz entra en ti. (Rumi)»

Mientras intentabamos buscar nuestro objetivo nos paramos a mitad de camino en un restaurante que se nos había aparecido.

Todos estábamos hambrientos, así que decidimos entrar.

- Uhm, que rico huele - Usagi empezó a oler el ambiente.

Yo reí.

Nos acercamos a una mesa cualquier donde habían platos servidos con espaguetis.

- Esto se podrá comer ¿No? - preguntó Arisu mientras miraba la pasta delante suya.

- Supongo - respondí mientras me metía una cuchara en la boca.

No tardamos mucho en terminar los platos así que nos pusimos en pie.

Antes de salir me fijé en un teléfono móvil que se encontraba en una mesa cercana.

Lo cogí y se lo tendí a Arisu.

- Puede que haya algo revelante, como por ejemplo donde está todo Tokio - propuse mientras me apoyaba en Usagi.

Éste asintió y seguimos nuestro camino intentando buscar una farmacia abierta.

- ¡Allí! - señalé cuando la logré localizar.

Nos dirigimos hacía ella y nos metimos dentro.

Me senté en una silla que había en la entrada y le pedí a Usagi que me trajera todo lo que necesitaba para cuidarme la herida.

- Oye - me llamó Arisu mientras miraba fijamente el móvil - Mira esto - me tendió el teléfono y yo lo agarré.

Un vídeo de dos jóvenes apareció, haciendo que le diera al play.

Lo vi hasta el final hasta que se acabó.

Fruncí el ceño y se lo devolví a Arisu.

- ¿Quieres ir hasta allí? - pregunté justo cuando Usagi apareció con todo lo mandado.

- ¿A dónde queréis ir? - nos preguntó mientras me tendía las cosas.

- Que te lo explique Arisu - mandé mientras me empezaba a curar.

El mencionado le enseñó el vídeo a Usagi, haciendo que ella asintiese.

- Creo que es una buena idea - apoyó la castaña mientras se sentaba a mi lado - Uhj - hizo un sonido raro con la boca cuando me vio como metía la aguja en mi piel.

- Listo - les avisé - vayamos a la estación - dije acomodándome la venda.

Los tres empezamos a caminar hasta allí, mientras hablábamos de temas diversos.

- ¿Qué hacías antes de llegar aquí? - habló Arisu mientras se apartaba el pelo de la cara.

- Vivir como una persona normal - respondió Usagi - y estar con mi padre - el semblante de nuestra amiga cambió a uno más triste.

Le pasé un brazo por su espalda intentando mejorar su ánimo.

- Yo nada importante, solo intentar sobrevivir en el mundo original - comenté.

Los dos me miraron extrañados.

- Estaba sola, tenía que mantener una casa y trabajar doce horas diarias para poder vivir - les expliqué mientras llegábamos a la entrada de la estación.

- ¿Y tus padres? - la pregunta de Usagi me pilló desprevenida.

- No sé, estuve viviendo casi toda mi vida en un orfanato - aclaré - ¿Por donde debemos ir? - pregunté a Arisu cuando ingresamos a la estructura.

- Por aquí - señaló un pasillo.

Le seguimos hasta llegar a una sala donde una gran cantidad de numerosos cuerpos inertes se hallaban muertos por culpa de algún arma de fogueo.

- ¿Qué ha pasado aquí? - preguntó Usagi impactada.

- Eso me gustaría saber a mí también - al otro lado de la sala Kuina y el peliblanco aparecieron.

- ¿Cómo habéis encontrado esto? - preguntó mi amigo mientras los miraba, se le notaba confundido.

- Gracias a esto - el hombre sacó un papel y nos lo enseñó desde lejos - me costó saber lo que era pero al final me di cuenta de que era un mapa - nos explicó.

De pronto una pantalla se iluminó esparciéndose por las restantes.

- Oh - la chica del flequillo habló mientras aparecía en estás - Veo que habéis terminado todos los juegos - su felicidad me ponía de los nervios.

- ¿Mira? - preguntó el peliblanco.

- ¡Tengo un regalo para vosotros! - exclamó ignorando la pregunta.

- ¿Volver a casa? - preguntó Arisu dando un paso al frente.

La chica vaciló unos segundos pero después de darnos una enorme sonrisa prosiguió.

- Más juegos - fue lo último que dijo antes de desconectarse.

- ¿Y ahora que haremos? - habló Kuina mientras miraba a su amigo.

- Así que ella es la Game Máster - susurró mi amigo mientras miraba al suelo.

- Pues creo que seguir jugando - dije mientras señalaba una pantalla pequeña delante de nosotros.

«Siguiente nivel, por favor, diríjase a la planta superior»

Los cinco hicimos lo mandado empezando a caminar.

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