Pequeño copo de nieve

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-*Participación FESTIVAL NAVIDEÑO FRERARD 2022*-


Un aire helado golpeaba su cara, a pesar de que el resto de su cuerpo se sentía tibio.

Sonrió mientras se removía en la cama, sintiendo el aroma de su alfa rodeándolo protectoramente. Se levanto lentamente y cerro la ventana, que era la culpable de haberlo despertado. El día se veía gris y frio, justo como a él gustaba. Corrió las cortinas, evitando que la luz siguiera su paso, y salió de la habitación intentando no hacer ruido.

El departamento donde vivían era pequeño y estaba prácticamente vacío, solo había un sillón de 3 piezas, un televisor y un pequeño árbol de Navidad, de un metro de altura y decorado únicamente con una serie de luces de colores y una caja de 12 esferas de cristal.

Aun así, el omega sonrió con ternura, hace una semana Frank había llegado después del trabajo, cargado con esos adornos, quería ser él el que llenara con un poco de color la temporada de su "Gee".

"Si supiera..." Pensó Gerard mientras encendía la vieja estufa y calentaba el resto de leche con chocolate que habían bebido la noche anterior. Con su taza favorita en mano se dejo caer con cuidado sobre la alfombra. Las pequeñas luces de colores se reflejaban en sus ojos verdes. Sonrió sintiendo el característico picor en su nariz de cuando el llanto amenaza con llegar a tus ojos.

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Todo había iniciado hace 2 años...

Gerard era el omega perfecto. Había nacido en una de las familias de mas renombre del país, había estudiado en los mejores colegios y tenia a las mejores nanas e institutrices que lo cuidaban como el tesoro que era. Desde muy pequeño se le enseño el valor que tenia y el rol que tenía que cumplir al ser un omega de renombre. Definitivamente un buen partido para los alfas de varias familias en condiciones similares a la suya.

Gerard había aprendido historia y pintura desde muy joven, además de canto y piano. Literalmente había sido entrenado para ser perfecto en cuanto modales, y actitudes. Le enseñaron a siempre verse hermoso e impecable.

Con una personalidad dulce y tranquila como la suya, no le fue difícil adaptarse a esas exigencias que se le hacían, sin embargo, siempre sintió que algo le faltaba. Su abuela, le había contado ya varias veces la historia de las almas predestinadas, aquel amor tan sublime y puro, que no podía ser mas que un cuento de hadas. Gerard lo creía así, y guardo aquella idea al fondo de su corazón, en una pequeña cajita donde guardaba todo aquello que no se atrevía a decir por que "un omega digno no se comportaba de aquella manera". Y conforme pasaron los años, Gee olvido aún más aquel cuento maravilloso del amor perfecto, adaptando con esto a su alma a aceptar el cortejo del alfa que sus padres decidieran para él, en el momento en que ellos lo consideraran indicado.

Sin embargo, cuando cumplió 22 años, sus padres murieron y Gerard se quedó totalmente solo. Sin ningún alfa que tomara decisiones por él o alguien que le dijera que era lo indicado, se sintió totalmente perdido.

Tomando el poco valor que él creía tener, rentó un departamento en una buena zona donde comenzó a intentar armar una vida. Con apoyo de uno de los amigos de su padre, consiguió un trabajo en una galería de arte, cerca de su nuevo hogar, donde se encargaba de la organización y arreglo de las exposiciones. Amaba su trabajo, sin embargo, comenzó a ser rodeado de varios alfas que asistían a los eventos solo para verlo y colmarlo de regalos. Gerard sonreía amablemente y agradecía las flores, dulces o joyas que le eran llevados. Alguna vez acepto salir a cenar con alguno de sus admiradores, pero nada más. Jamás se animo a ir mas allá, por que no sabría como elegir... ¿Cómo sabría con quien enlazarse?

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2023 ⏰

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