Un corazón de estrella

☆♡ＡＲＴＥ♡☆

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La mañana de la joven Leroy empezo con unos pajaritos cantando y los rayos del sol saliendo por las hermosas ventanas pintadas de blanco de la tranquila y encantadora habitacion. Eran realmente bonitas las mañanas para Ruth, quien apenas abrió los ojos, puso una linda sonrisa en su rostro, recordando que su amada Ambar vendría en probablemente unas dos horas, a llevarla a mostrar su arte por el mundo. La pelirroja se levantó y abrió las ventanas, atando las cortinas, deberia arreglarse para parecer "presentable" ante la gente de aquella feria. Bajó las escaleras, con su cabello en una linda coleta baja, y un pijama, especificamente el favorito y mas comodo según la pecosa.

Apenas bajo, vio que habían unos ricos panes caseros hechos por su madre, quien le aviso que esa mañana la pasaría con su amiga.

Su madre, Olivia Leroy, era una mujer totalmente igual a su hija, la cual siempre amo y podria dar su vida por ella, al igual que por su hermana, llamada Josephine Leroy, una chica de pelo castaña con algunos mechones pelirrojos y unos hermosos ojos miel, habia salido al hermoso joven llamado Gabriel, el padre de la familia, un joven de unos 38 años al igual que su esposa
Esa era la familia Leroy, una de las mas queridas de su lindo y humilde pueblo.

La pelirroja mientras ya desayunaba uno de los panes con un vaso de agua escucho como tocaban la puerta, borrando aquella nube blanca llena de pensamientos.

Cuando abrió la puerta vio a la rubia con un lindo vestido y unos lindos bucles en las puntas de sus lindos cabellos, que llegaban hasta mas abajo de sus hombros.

─Buenos días.- dijo con una risita viendola de arriba a abajo, con su cabello un poco desordenado y un pijama, aun tenia su expresion de sueño.

La joven Packinstone paso a la linda casa con confianza, dirigiendose a la habitacion de la pelirroja.

─¡Vamos, Tenemos que llegar antes a la feria para asi comprarte de paso algunos vestidos!- Dijo entusiasmada, subiendo las escaleras, mientras que Ru miraba el reloj que estaba arriba de la puerta de entrada, viendo que recien eran las 7:30 am, no sabia que seria tan temprano.

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─¿Te aprieta este corset?.- dijo Ambar, mientras que Ruth tenia los ojos abiertos como platos.

─No.- dijo con un tono de sarcasmo y con una mirada de asco clavada en el espejo, donde ella se veia.─ No quiero pensar en como tienes que llevar esto casi a diario.-

─Si, es una completa tortura, pero supongo que ya me acostumbre.- decia mientras ponia sus manos en los hombros de la pelirroja, apoyando su cabeza en uno y mirandola por el espejo con un sonrisa al ver la cara de desagrado de su mejor amiga.

─ Además de feo, incomodo.- balbuceo mientras se miraba de arriba a abajo en el espejo.─ Parece que esta ropa no trae nada bueno.- Dijo dandose vuelta mirando a la casi albina.

─ Al menos puedes respirar. Una vez mi mamá me lo puso tan apretado que apenas pude moverme... Supongo que tu puedes hacerlo, ¿no?- Preguntó, revisando que no le falten cosas para poder pintar.

─¿No se nota que no puedo?.- dijo con toda su cara roja, aguantando la respiracion en broma, para luego soltar una risa, junto a Ambar.

─Deja de bromear y vamonos, se nos va a hacer tarde.- dijo intentando aguantar las ganas de volver a reir.

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La artista Leroy miraba para todos lados fascinada, ni en sus mas preciosos sueños habia visto tantas obras de arte en un lugar, pero solo pudo caminar cerca de ellas, ya que tenian que pasar aquel pasillo tan fascinante para poder llegar a la competencia de arte, a la cual estaban llegando muy temprano con respecto al tiempo.