Antes de comenzar, quiero aclarar que este fue el borrador de la historia, por lo que no está muy bien ni está escrito como en la imagen.
Surf. Todo comenzó un día de vacaciones de verano, del año 2021, cuando estaba con mi madre pasando unos días en casa de unos familiares, una pareja con una hija, la cual era mi prima. Desde hacía mucho tiempo atrás, ya me había fijado en el surf, pero nunca tuve la oportunidad de probarlo o intentarlo. Por gran suerte para mí, el padre de mi prima era un surfista con experiencia, y nos propuso de al día siguiente, bajar temprano a una de las playas de ahí, Alicante, para enseñarnos tanto a mi prima como a mí a hacer surf y “pillar buenas olas”.
Al día siguiente, la primera vez en la práctica no logré saltar a la tabla (que, por cierto, era la más grande y pertenecía al padre de mi prima) y él tenía dudas o pensó que me costaría más, pero logré pillar el truco rápidamente. El problema, más tarde, era mantener el equilibrio sobre la tabla y no caerse. Pero hacer surf es una sensación y sentimiento increíblemente inexplicable, y hasta mágico. La gran adrenalina a la par que una pizca de miedo y nervios cuando la ola está detrás de tí y aún estás tumbado hacia abajo sobre la tabla y debes ser un salto y quedar como medio de lado sin caerte y manteniendo el equilibrio, pero esa sensación es increíble, sentía adrenalina y libertad. Desde entonces, hacer surf se convirtió en lo más importante, acogedor y tranquilizante para mí. Te divertías, sentías la adrenalina y libertad, te olvidabas de todo lo malo. Simplemente disfrutabas. Pero no lo voy a negar, perdí la cuenta de cuántas veces me caí... ¡Fueron tantas!
Al caerte tardabas unos segundos en reponerte/recomponerte, y hasta algunas caídas eran un poco dolorosas, cuando te golpeabas contra el suelo (la arena), incluso llegué a tragar agua varias veces. Aunque dicen que eso es bueno.Mi prima se rindió fácilmente por eso, ya que no dejábamos de caer así. Pero yo soy muy cabezona y nunca me rindo, seguí, seguí, y seguí. Caída tras caída. Me levantaba lo más rápido que podía, y lo volvía a intentar. Así estuve por tres horas. Incluso si él me decía que descansara. Logré pillar 4 buenas olas y él me felicitó, me sentí increíblemente feliz ese día y orgullosa de mí misma.
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"Nuevos comienzos: Mi comienzo en el surf"
Short StoryHola! Este es un microrrelato de mi experiencia en el surf por primera vez, narrado de una forma más especial y tal vez un poco dramática y detallada jejej, espero que alguien lo disfrute, o que me entienda o se anime a probarlo 😊✨ Fue editado por...