Venganza pactada (Luckity)

4. Dictadura

Horas más tarde del atentado de aquel joven, Luzu buscaba ver los avances en la construcción de la alcaldía mientras recibía saludos de sus secuaces y asistentes, aunque tambien quería ver si su querido quacks había hecho su encomienda, cuando estaba abriendo la puerta se encontró con varios cadaveres de animales sin pellejo, las tres cabezas de los expresidiarios, y varios carteles amenazando al castaño, conmocionandolo mientras cerraba la puerta.

-Esto es precisamente lo que buscaba, además de la lava con la piña falsa, todo mundo se va a creer esto, que maravilloso es, ahora tengo que ejecutar la siguiente fase- mencionaba algo victorioso el hombre mientras entraba a su oficina y hablaba a su asistente.

-Asistente porfavor venga a mi oficina urgentemente- llamó el alcalde a su asistente de confianza, mientras este esperaba se le venía a la mente su recuerdo de Quackity, aquella noche juntos mientras veía su retrato. 

-¿Que se le ofrece?, alcalde- se puso a disposición de su jefe aquel asistente sacando a este de sus pensamientos.

-Que bueno que llegas, quiero darte ciertas ordenes que debes ejecutar al pie de la letra, ¿viste aquellas cabezas que estan en las escaleras?- cuestionó el hombre mientras miraba a aquel asistente.

-Si, al parecer el ciudadano Quackity lo ha hecho, quiere que hagamos algo contra el solo denos la orden- sugirió aquel asistente enfureciendo al hombre.

-Con que derecho te crees para tan solo pensar que le tocarás un solo pelo a mi Quackity, primero prefiero quemar el pueblo a hacerle daño a el me entiendes, asi que retractate de esas inutiles palabras- Ordenó con furia el alcalde ante tal sugerencia de su subordinado tomando su cuello con una de sus manos, ahora sus ojos escarlata brillaban con mucha ira, su aura era tan siniestra que hacía temblar a quien se acercase.

-Perdone mi señor, no era mi intención- trataba de disculparse aquel sirviente mientras su lider lo soltaba cayendo de rodillas.

-Que bueno que ahora sepas tu lugar en esta nueva administración, lo que quería pedirte es que organices una reunión con todos los secuaces, excepto los ultimos 3 exconvictos a cumplir servicio social, no quiero que sepan lo que pasará, hicieron cosas muy graves que su único castigo es la muerte- Decía el castaño siniestramente con una sonrisa en su rostro al sirviente en el suelo mientras este se levantaba cumpliendo con las ordenes de su alcalde.

-Si, señor en un momento todos estarán en la sala de juntas, con permiso- Se alejaba el asistente mientras daba una pequeña reverencia y cerraba la puerta dejando a Luzu dentro de su oficina.

-Mi querido Quacks, todo este poder es nuestro, nos vengaremos de todos en este pueblo- Mencionaba el hombre mirando a la nada hasta que una luz roja lo distrajo de sus pensamientos pasando a la sala de juntas, observando a todo su sequito de personas a su merced.

-Buenas tardes, asistentes de Karmaland, esta reunión es por una razón en particular, saben que Quackity está haciendo revuelos por todas partes, y antes de que den pesimas ideas que les hará perder la cabeza hablando literalmente, el puede hacer lo que le plazca por el pueblo si ningún ciudadano está viendo, si alguna persona lo ve haciendo algo y alguno de ustedes esta cerca lo capturan, pero sin hacerle daño, sin tocarle un solo cabello, si lo lastiman se las verán conmigo, el es mio solamente y en caso de que lo vean muy cariñoso o muy cerca de alguien lo capturan en las mazmorras, lo torturan y después de eso yo en persona lo ejecutaré, eso si al primero que me traicione o ande de soplón su cabeza será colgada por Quackity en medio de la plaza, a los tres que excluimos de la reunión no deben saber ni una sola palabra de esto y por cierto ni una sola seguridad en casa de Quackity y los que custodian mi casa, dejenlo entrar cuando desee, eso es todo- mencionó el castaño mientras, se levantaba de su trono y volvía a su oficina dejando a todos los sirvientes haciendo una reverencia y dispuestos a cumplir con las ordenes encomendadas ya que con el dictador no se juega.