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| mención de sangre | secuestro |
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A veces le causaba intriga aquellos ojos tan oscuros que la veían al llegar a la casa de su amiga, lo conocía por ser el hermano de Emma, más nunca había preguntado por su nombre o lo había mencionado en alguna conversación con amiga. Sentía que sería irrespetuosa si hablaba de que le parecía lindo. Emma la tomó de la mano, mientras le decía lo contenta que estaba por su pijamada de esa noche, la castaña sonreía contenta, jamás había estado en la casa de una amiga, sus padres solían ser tan estrictos con eso, que tuvo que rogarles por un mes para poder ir con Emma.
Ambas llegaron a la casa de Sano, siendo recibidas por el abuelo de Emma, quien saludó de forma educada a _____.
—¿Puedes quedarte aquí?, necesito acomodar algunas cosas en mi habitación.
—Claro, Emma.
En cuanto ella se fue, Mikey entró a la casa, pero al notar la presencia de la fémina, sonrió ampliamente, parecía que el destino jugaba a su favor. Se acercó de forma silenciosa al verla de espaldas.
La fémina sintió como su cuerpo se congelaba al sentir una respiración en su nuca, sintió unas manos tibias colocarse en sus hombros descubiertos por su blusa de tono lavanda.
—¿Qué haces aquí, amiga de Emma? ¿Dónde está ella?
Manjiro no necesitaba hablar tan alto, su voz sonó de un tono juguetón mezclado con seriedad. La chica sentía que su corazón saldría de su pecho y sus mejillas adoptaron un color carmín. Tragó con dificultad saliva y se limitó a responder un simple: ❝está en su habitación❞.