Conversavas con tus amigas en un rincón, estabas sentada exactamente en el rincón por lo que podías ver absolutamente todo.
Reías de algo que una de ellas había dicho, justo en ese momento tu mirada fue a dar con el.
Sin embargo, el estaba centrado en la conversación que mantenía con un chico. Se veía un poco molesto y tenía el seño levemente fruncido.
Tu sonrisa ya se había desvanecido un poco pero en el instante en la que la mirada de el se cruzó con la tuya, te fue casi imposible no volver a esbozar otra sonrisa.
Lograste contenerla hasta que el realmente te sonrió. Sus comisuras curveandose en dirección al cielo y sus ojos fijos en los tuyos. Esta vez si te fue imposible no dedicarle otra sonrisa.
